Uno de los partidos más atractivos de la jornada. Pero quedó en nada. Porque no hubo partido. Al menos a nivel competitivo. Los Lakers se pasearon de principio a fin. Una auténtico festín deportivo el de los locales. Decepcionantes los Warriors.
Victoria contundente de Lakers. Por 26 puntos (117-91). Podría haber sido muchos más. El partido se detuvo en seco en la segunda parte. Cuando ya todo estaba decidido. No pudeo ser más relajado el partido 1.300 de LeBron James en temporada regular.
Triunfo local con 19 puntos de LeBron James en 24 minutos. Con 13 más 8 rebotes de Markieff Morris. Con otros 13 de un muy activo y completo Alex Caruso. Con 12 más 6 asistencias de Dennis Schröder. Con 12 y 11 rebotes de un insustancial Kyle Kuzma. Poco hizo en los momentos competitivos Kuzma. Y con buen partido de Marc Gasol. El español sumó 9 puntos y 4 rebotes en 16 minutos. Los 9 para abrir el partido. El momento en el que se decidió todo.
En los perdedores... 18 puntos de Eric Paschall. Y 16 puntos y 7 asistencias de Stephen Curry. Jugó 26 minutos. Green solo jugó la primera parte. Y aportando muy poco. Su equipo lo notó. Y mucho. El mexicano Juan Toscano-Anderson firmó 7 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 robos. Estuvo 27 minutos en pista.
Warriors estuvo rematadamente mal. Y encima perdió por lesión a Draymond Green. Daño en un tobillo. No jugó en la segunda parte. No está claro si por simple precaución o por daño serio. El caso es que Golden State fue un desastre defensivo. Nunca tuvo ritmo ofensivo. Y fue, lógicamente, aplastado.
Empezó el partido con un 20-5. Y ahí se acabó todo. ¡Con Marc Gasol anotando 9 puntos en los primeros 4 minutos del partido! Algunos desajustes defensivos groseros de Lakers poco después. Pero la defensa de Warriors fue grosera desde el salto inicial.
La ventaja fue creciendo. Al final del primer cuarto... ¡41-21! Con una técnica casi al final para Draymond Green. Con LeBron, Gasol y Schröder liderando la fiesta. Con Andrew Wiggins desaparecido. Con Lakers tirando de forma excelente de 3. Con Warriors lanzando muy mal desde el perímetro. Rebote de los locales. Y 16 libres lanzados por 4 de los visitantes. No había color. Cuando Lakers corrió mató al rival. Y corrió bastantes veces. Gracias al rebote y a las pérdidas del equipo de Kerr. La pintura de Warriors era un coladero. Una auténtica invitación a la fiesta.
El segundo cuarto, más de lo mismo. La caída de Golden State, sin freno. Desastre defensivo de los de la Bahía. Un triple de Alex Caruso. Dos libres de Schröder. Una canasta de Horton-Tucker. Y +29 en un abrir y cerrar de ojos (60-31). Se avecinaba un resultado de escándalo. Pequeña bronca entre Schröder y Curry. Con 62-33 en el marcador. Una chufla sin sentido. Por lo menos una mínima tensión.
El final del segundo cuarto lo dice todo. Stephen Curry falla un tiro libre. Y luego una bandeja fácil. Responde LeBron cerrando la primera parte con un triple. Resultado al descanso: ¡73-44!
Primera parte de Lakers para elogiar. Dominio del rebote. Hasta 26 libres lanzados. Control del juego exhaustivo. Buena defensa. Ataque demoledor.
Primera mitad de Warriors para denostar. Serie de 4 de 17 desde el triple. Nada menos que 11 pérdidas de balón. Presencia nula en los tableros. Defensa vergonzosa.
LeBron en 15 puntos. Markieff Morris en 11. Schröder y Gasol con 9 (el español en 9 minutos). En Warriors, solo Curry. Autor de 14 puntos. Con el mexicano Toscano-Anderson en 5. Tras 11 minutos de acción. Y el partido acabado de forma prematura.
La segunda parte, inservible. Lakers ya alcanzó los 30 puntos de ventaja (75-45) al inicio del tercer cuarto. Después, máxima de 35 (98-63). Relajación. Risas en la banda de LeBron y sus compañeros. Y triple sobre la bocina del visitante Bazemore. Para el 99-69 con el que finalizó el tercer acto. Todo era ya un pequeño gran paripé.
Del cuarto período ni hablar. ¿Para qué? Relajación total en ambos bandos. Un tiro en el pie del baloncesto. Resultado, 18-22. El bocinazo final fue un alivio. El final del partido que no fue un partido. El final del monólogo de los Lakers. El final del calvario de los Warriors.