Los Celtics empiezan a tener pesadillas con el triple. Si un par de triples finales de Luka Doncic les dejó sin victoria en Dallas, hoy en Atlanta la cosa ha ido a peor. Lluvia de triples de Hawks para meter 23. Al final del tercer cuarto, ¡19 de 33 para Atlanta desde más allá del arco y 3 de 23 para Boston! Una distancia sideral que resume el abismo que separó a un equipo de otro.
El resultado final, 127-112, apenas dice nada de lo ocurrido en el pabellón que va a ser la sede del próximo All-Star. Se trata de un resultado meramente cosmético que no describe la debacle de los Celtics ni el festival ofensivo de los Hawks.
Atlanta trituró a Boston desde el triple. Un primer cuarto excelente de Trae Young, tocado en su amor propio por no ser seleccionado para ir al All-Star de casa, y un segundo cuarto letal de Danilo Gallinari bastaron para sacar los colores a un equipo, Boston, que empieza a dar signos inequívocos de ineficacia competitiva. Los Celtics están para pocos trotes. Han perdido sus últimos 3 partidos y solo han ganado 3 de sus últimos 11 compromisos, y cada vez van a peor.
Parecía que iba a ser la noche reivindicativa de Trae Young, y lo fue en parte, pero el foco de la noche se terminó desplazando a la figura inconmensurable de Danilo Gallinari.
Gallo terminó el partido con 38 puntos partiendo de la suplencia, ¡y lo hizo encestando 10 triples de 12 intentos! Esos 10 triples son el récord histórico de la franquicia de los Hawks. Supera los 9 anotados por Steve Smith en 1997. Jornada inolvidable para el jugador transalpino, que fue la punta de lanza del récord de triples colectivo del equipo tras meter 23 de 42.
Young, mientras, acabó con 33 puntos y 7 asistencias. Es decir, ¡entre Gallinari y Young anotaron 71 puntos! La defensa de los Celtics fue un coladero.
Los visitantes ya encajaron 40 puntos en el primer cuarto, que acabó 40-27. Trae Young arrancó el partido metiendo 17 tantos en el primer acto, un primer acto en el que los locales ya estaban en un tremendo 8 de 11 desde el triple por el 1 de 8 de Celtics.
Empezó el espectáculo de Gallinari en los 2 últimos minutos de ese primer cuarto con un par de triples para luego desatarse en el segundo, cuando metió 5 triples más y 18 puntos para un total de 24 al descanso con 7 de 8 desde más allá del arco. Todo un clinic de tiro.
El segundo cuarto nos dejó una astuta acción de Trae Young sacando de fondo sobre la espalda de Grant Williams para que el balón volviera a él para anotar una bandeja sin oposición. Otro resumen del partido. Se puede discutir si la acción de Young es estética o incluso ética, sin que nadie dude de su legalidad, pero no se puede discutir que deja bien claro qué equipo estaba en el partido y qué equipo estaba pensando en las musarañas.
En plena exhibición local, marcador de 70-43 jugándose el segundo cuarto, y partido prácticamente finiquitado sin casi haberse empezado a disputar.
Al descanso, 72-49, con Young (25 puntos) y Gallinari (24) sumando tantos puntos, 49, como todo el equipo rival, que en los dos primeros cuartos hizo 2 de 17 desde el triple.
El resto del partido fue un simple trámite. Otra jugada sintomática al final del tercer cuarto, balón que va pasando de bando en bando por malos pases, cortes, imprecisiones, un horror de jugada, pero cae finalmente la bola en manos de Gallinari que anota bajo el aro. Los locales tenían un imán ganador; los visitantes deambulaban sin sentido por la cancha en busca del balón perdido, y eso que el capítulo de las pérdidas de balón fue el único en el que los de Brad Stevens ofrecieron un buen rendimiento.
Horrible el partido de Jayson Tatum, horripilante más bien: 13 puntos con 4 de 20 en el tiro de campo y 1 de 8 desde el triple. Noche para olvidar. Tampoco estuvo fino Jaylen Brown (17 tantos con 0 de 6 desde el triple). Baste decir que Jeff Teague, que fue titular, y Tristan Thompson fueron de lo mejor de Boston, un equipo sin rumbo. No jugó Kemba Walker (ni Marcus Smart, claro). Parece que Kemba no era el único problema del equipo.
En Atlanta, ausente Cam Reddish, ayudaron John Collins con 14 puntos y 11 rebotes y Tony Snell, que fue titular y metió 4 triples en el festival perimetral de los locales.