Phoenix Suns no desaprovechó la oportunidad. Llegaron a Arizona los Celtics sin Jaylen Brown y Marcus Smart, y fueron un equipo cojo, falto de 'punch' ofensivo, evidentemente corto en una plantilla ya de por sí corta cuando está al completo.
Los locales ganaron 100-91 desde la ofensiva coral y el compromiso defensivo, un compromiso defensivo que dejó en evidencia a los Celtics en el primer y el tercer cuarto. Porque Boston tuvo un arranque frío por partida doble: 19 puntos en el primer cuarto y otros 19 tras el descanso, en un tercer cuarto igualmente empantanado en ataque.
Phoenix (13-9) llegó a ponerse con 17 de ventaja (76-59) en la recta final del tercer cuarto, pero Boston reaccionó a tiempo para terminar el cuarto con un aún esperanzador 76-68.
Esa reacción a tiempo permitió a los de Brad Stevens jugar el último cuarto en términos de igualdad y llegar con opciones de triunfo al desenlace del juego.
Llegó el último cuarto, Monty Williams le pegó una bronca en un tiempo muerto a Deandre Ayton, el pívot de los Suns reaccionó bien a las exigencias de su entrenador y el partido se mantuvo abierto.
Un triple del novato Payton Pritchard puso a Celtics a 3 puntos en el marcador (94-91) y así se entró en el último minuto del partido. Entonces, providencial para Suns la canasta de Devin Booker, su jugador más destacado, para poner el 96-91 en el luminoso. Boston intentó responder con un triple de Jayson Tatum, pero el triple no tuvo éxito y ahí encallaron las opciones visitantes.
Los Suns, que suman 5 victorias en sus últimos 6 partidos, salieron de partida con Frank Kaminsky, ausente Jae Crowder.
Mikal Bridges fue su máximo anotador con 19 puntos, a los que sumó 9 rebotes, pero el jugador con más peso en el juego fue Booker, autor de 18 tantos, 7 rebotes y 11 asistencias. Además, 17 puntos del suplente Cam Johnson, 16 tantos y 11 rebotes de Ayton y 15 puntos de Chris Paul. Lo dicho, juego distributivo y coral en la ofensiva.
Boston tuvo a Jayson Tatum en 23 puntos y 7 rebotes, y poco más. El equipo tiró mejor de 3 que de 2 y se quedó en un pobre 35,5% en el lanzamiento de campo, un desacierto tan grande que dejó sin efecto el hecho de que el equipo solo perdiera 5 balones en todo el partido.
Kemba Walker estuvo espantoso (4 de 20 en el tiro, con 0 de 9 en el lanzamiento de 2) y la titularidad de Carsen Edwards aportó bien poco.
En lo positivo, la amenaza desde el triple del joven Pritchard, el trabajo del alemán Daniel Theis y la mejora en ataque, tampoco para tirar cohetes, de Jeff Teague, que está haciendo una temporada decepcionante.