Los Sixers recibían a Portland desde la atalaya propia del primer clasificado del Este y Portland visitaba Filadelfia desde la más extrema fragilidad, porque afrontaba el partido sin Damian Lillard, C.J. McCollum y Jusuf Nurkic, sus tres mejores jugadores. Pues bien, a pesar de eso, los Blazers le dieron un repaso a los Sixers, que jugaron sin Ben Simmons.
Sixers encajó una inesperada derrota (105-121) en un partido que se le escapó en el tercer cuarto con un durísimo parcial de 19-40, en un encuentro que llegó a ir perdiendo por 29 puntos, pero en el fondo se puede dar por contento porque la cosa pudo ser mucho peor.
Ese mucho peor pudo llegar en el primer cuarto. La rodilla derecha de Joel Embiid chocó con la pierna de Enes Kanter y saltaron todas las alarmas. El camerunés se detuvo, se echó mano a la rodilla y abandonó la pista cuando solo se habían jugado 6 minutos y 18 segundos de partido. Caras largas en Sixers.
Afortunadamente para Sixers y para la NBA, Embiid regresó al juego, ¡y su regreso fue simplemente abracadabrante! No porque no pudiera esperarse una reacción así, de excelente juego del pívot de Sixers, sino por el hecho de que la reacción resultó alucinante.
Embiid empezó a anotar de forma salvaje y terminó la primera parte con 31 puntos de los 57 de su equipo. Resultado al descanso: 57-57. ¡Con Sixers aguantando el partido con 0 de 10 desde el triple en la primera mitad y habiendo cedido 12 rebotes en su propio aro!
Eso había sido posible gracias al estratosférico regreso de Embiid, ¡un Embiid que metió 25 puntos en el segundo cuarto, 25 de los 29 puntos que anotó todo el equipo! Se trata de una marca histórica en la franquicia. Empata el récord en un cuarto que tenía Andrew Toney.
Pero llegó el tercer cuarto y llegaron las rebajas para los locales. Parcial de 19-40 para el 76-97, y adiós partido. Embiid había dejado de anotar con asiduidad, y controlado Embiid y con Ben Simmons ausente del partido los Sixers se evaporaron de mala manera.
Sin sus tres jugadores estelares, Portland tuvo que tirar de otros. De, por ejemplo, Gary Trent Jr. (24 puntos), Carmelo Anthony (22 puntos, 5 asistencias y buenos porcentajes de tiro) y Enes Kanter (17 puntos, 18 rebotes y +25 su equipo con él en cancha). Rodney Hood tampoco lo hizo mal y Robert Covington lució en defensa en un equipo que tuvo a 6 de sus componentes con dobles figuras anotadoras.
A Sixers le mató el tercer cuarto. El equipo sufrió una desconexión imperdonable. Al final, algunas estadísticas hablan por sí solas al final del partido: 7 de 27 en triples sin meter uno solo en la primera parte, 18 pérdidas de balón y desastre reboteador tras ceder 19 rechaces en su propio aro.
Y Portland se llegó a poner con 29 de ventaja. Así se las gasta esta NBA pandémica, una NBA sujeta a reglas distintas, a resultados ajenos a la lógica, a altibajos extremos.
Terminó Embiid con 37 puntos, que parecen una miseria cuando se viene de meter 31 en la primera parte. El novato Maxey dio 15 puntos a los suyos, Tobias Harris firmó un doble-doble y Furkan Korkmaz fue titular y metió 13 puntos. Se notó la ausencia de Simmons. Y la falta de juego de Seth Curry. Andaba tocado. El escolta no estuvo en la segunda parte porque se sentía mal, sin que se hayan dado detalles de su situación.
Pero la baja importante fue la de Simmons. Más allá de las burlas respecto a su falta de triple, Simmons es un jugador que aporta mucho en muchas facetas del juego, y si no que se lo digan a estos Sixers.