Se quiera o no, Lakers tiene una marcha extra. Mientras otros equipos buscan aún perfilar su sustancia, Lakers vive ya en lo sustantivo. Es un equipo sólido. Es un equipo que defiende. Es un equipo que es capaz de ganar con contundencia a un rival directo con un Anthony Davis 'menor'.
Hubo partido hasta que Lakers quiso. En cuanto los angelinos se pusieron a defender se acabaron las bromas. LeBron James fue el mejor jugador del partido, de largo. Está en una forma fantástica. Domina la cancha a su antojo. Tiene el control total de la situación. Fue otra vez el líder perfecto.
Denver llegó al descanso ganando 46-58. Mostrándose firme. Defendiendo bien. Dominando el rebote. Tuteando a Lakers sin la mejor versión de Nikola Jokic. Pero llegó el tercer cuarto y los campeones dieron un buen golpe en la mesa. Uno de esos golpes que deja la mesa volteada de mala manera.
La segunda parte de Lakers en defensa es para glosarla. Brutal trabajo. ¡Qué forma de dejar al rival reducido a la mínima expresión! Parcial de 68-35, sí, ¡68-35! Para firmar una gran victoria por 114-93 y ponerse 17-6 en la tabla.
El tercer cuarto resultó crucial. Lo cerró Lakers con parcial de 20-4. Para un 83-75. Paso adelante de Dennis Schröder y de Talen Horton-Tucker. Pero sobre todo paso adelante de todo el equipo en defensa. ¡Ver correr a Kuzma hasta taponar por detrás el triple de Porter Jr. no tiene precio! Involucrado todo el equipo. Trabajo de precisión.
Jokic hizo 2 puntos en el cuarto. El parcial fue de 37-17. Con Denver en 8 de 24 en el tiro de campo. En 0 de 6 desde el triple. Con solo 2 asistencias y 6 pérdidas de balón. Un cuarto nefasto para Nuggets. El cuarto que marcó el principio de su fin. Sin que Michael Malone pidiera un solo tiempo muerto para aplacar ese parcial de 20-4.
Y llegó el cuarto final. Denver todavía tenía derecho de réplica. Pero ni supo ni pudo usarlo. Y los Lakers se expandieron aún más hasta hacer desaparecer del mapa a su rival. Horton-Tucker andaba feliz. Denver estuvo entre el final de un cuarto y el principio de otro 5 minutos sin anotar. Con 0 de 9 en el tiro. Y LeBron no paraba de proponer juego.
La ventaja fue creciendo hasta hacerse brecha. Lo más que hizo Nuggets fue ponerse a 10 puntos. Horton-Tucker puso el +19 (108-89). Tras un fantástico pase picado de LeBron. Era su décima asistencia. Sumaba ya un triple-doble. Restaban 2:48 para el final. Y James encaró el camino de la banda para no volver más a la pista. Y la diferencia en el marcador no menguaría.
Terminaba James con 27 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias. Con 12 de 19 en el tiro de campo. Y superando en ese capítulo, el tiro de campo, a Wilt Chamberlain. Ya es LeBron el tercero de la historia en tiros de campo anotados.
Excelente Dennis Schröder con 21 puntos. Un auténtico bisturí ofensivo. Y qué decir de la jugada defensiva más mediática de la noche. Sus dos planchazos consecutivos para recuperar el balón arrastrándose por los suelos. Un espectáculo.
Formidable Horton-Tucker: 17 puntos y 3 robos. En 22 minutos. Incisivo como pocos. Importante a la hora de dominar a Denver en la segunda mitad.
Y los Lakers ganando con otro partido mediocre de Anthony Davis. Poco atrevido en ataque. Ofreciendo sensaciones raras. Algo apático. Sumó 13 puntos y 9 rebotes. Solo asumió 8 tiros. En defensa, al menos, se fajó bien.
No fue el partido de los nuestros. Marc Gasol trabajó bien sobre Jokic. Pero sigue a años luz del Marc Gasol de Raptors. Ni hablar del de Memphis, claro. Sumó 2 puntos y 2 rebotes en 20 minutos. No anotó en juego dinámico. Y peor le fue a Facundo Campazzo. El argentino jugó 2 minutos y quedó inédito.
En Denver, nadie brilló especialmente. Jamal Murray metió 20 puntos y fue su máximo encestador. Monte Morris añadió 16. JaMychal Green hizo una gran primera parte. Y Jokic terminó con 13 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias. Y con 6 de 16 en el lanzamiento. No jugó Gary Harris. Y bien que lo notó su equipo en la segunda parte. Aporta mucha defensa. Más de la que algunos quieren ver.
Lakers no hizo una buena primera parte. Tuvo muchos problemas con el rebote. Pero su segunda mitad fue fantástica. Es un equipo distinto. Frente a tanta fanfarria anotadora propia de estos tiempos, Lakers aporta seriedad. Y con la seriedad se ganan campeonatos.