Un pívot repartiendo 18 asistencias, un jugador alejado del físico imperante en la NBA dominando la cancha a su antojo, un tipo creativo como pocos regalando magia sin freno... Se llama Nikola Jokic, necesita pocas presentaciones y juega al baloncesto como los ángeles. Houston Rockets lo sufrió en sus carnes.
Denver derrotó con facilidad a unos Rockets limitados por las bajas. Otra vez sin John Wall, Eric Gordon y DeMarcus Cousins; otra vez con solo 9 jugadores disponibles; otra vez apoyándose en ataque tan solo en James Harden y Christian Wood. Y la cosa funcionó mientras aguantó esta pareja. Llegada la segunda parte, Harden y Wood bajaron el ritmo y Houston se desplomó definitivamente.
Al final, 124-111 tras acabar el tercer cuarto 106-83. No hubo emoción en la recta final, minutos de basura que aprovechó Facundo Campazzo para irse del partido con 4 puntos, todos desde el tiro libre. Jugó el argentino 5 minutos, y si el encuentro hubiera llegado igualado al final solo hubiera disputado 17 segundos. Así se las gasta Malone.
Volviendo a Jokic, fue el auténtico dominador del partido. Otro triple-doble del serbio para quitar el hipo: 19 puntos, 12 rebotes y 18 asistencias (récord personal en la NBA). Y suma ya nada menos que 42 triples-dobles. No necesita apenas lanzar a canasta para controlar la situación. El mejor ejemplo se vivió en la recta final del tercer cuarto, cuando se decidió el choque.
Un parcial de 19-4 para cerrar ese tercer cuarto, un parcial que llevó a Denver a afrontar el período final con 23 puntos de ventaja (106-83). Pues bien, en ese parcial de 19-4 Jokic solo metió 1 punto. Eso sí, repartió 4 asistencias. Fue un parcial elaborado desde la ofensiva coral, pero todo esa multiplicidad de anotadores llegó porque el serbio hizo que así fuera.
La primera victoria de Denver en la temporada también tuvo otros protagonistas, aunque secundarios respecto a Jokic. Jamal Murray metió 21 puntos, Paul Millsap hizo 19, ya se le vio muy bien en la pretemporada, y los Nuggets contaron con 7 jugadores en dobles dígitos anotadores, incluido su quinteto titular.
Murray mejoró sus prestaciones, pero tuvo que irse del partido en el tercer cuarto tras un choque. Luego, pudo volver a la banda, aunque no regresó al juego.
Dominaron el rebote los locales ante unos Rockets que fueron de más a menos. Esa fue otra faceta en la que se notó la profundidad de la rotación local frente a la visitante.
La primera parte fue un compendio de habilidades ofensivas y dejadez defensiva. El 70-60 con el que se llegó al descanso lo dice todo. Por entonces, casi todo el ataque se concentraba en 4 jugadores. Los locales Jokic y Murray sumaban 18 puntos cada uno. En los visitantes... partidazo de Christian Wood una vez más, con 20 puntos al descanso, y otra alucinación maravillosa de James Harden, que en la primera parte hizo 28 puntos y 6 asistencias tras lanzar solo 10 tiros de campo.
Eso sí, según se fueron apagando las luces ofensivas de Harden y Wood, el equipo texano empezó a palidecer. Normal. Houston anda con muchas bajas por culpa de la Covid-19 y según pasaron los minutos de juego se fue notando.
Terminó Harden con 34 puntos y 8 asistencias y Wood, gran arranque de temporada el suyo, con 23 puntos y 4 triples. Houston empieza el curso con un partido aplazado y 2 derrotas en los 2 que ha jugado. Nada que pueda parecer extraño teniendo en cuenta el berenjenal en el que está convertida la franquicia.