Lo de Kevin Love es un no parar. La que fuera estrella de la NBA se ha convertido con los años en una sombra de lo que fue. Sus constantes achaques físicos le llevan a mal traer y desde hace tiempo que ha perdido contacto con su mejor juego.
Hablamos de Love porque se ha vuelto a lesionar. O mejor dicho, ha visto cómo se agravaba una lesión muscular que viene arrastrando desde la pretemporada.
Le bastó a Love jugar 2 partidos en 24 horas. Debutó en el curso haciendo 15 puntos y 9 rebotes a Pistons el 26 de diciembre y el día después, ante los Sixers, su cuerpo solo aguantó 9 minutos en la pista. Un back-to-back ha bastado para devolver al jugador a la enfermería.
Love vuelve a tener lesionado el gemelo de la pierna derecha, una lesión muscular que le va a tener de baja, en principio, entre 3 y 4 semanas.
Del brutal Love de los Timberwolves no queda nada y el notable, según los momentos, Love de Cavaliers, con anillo incluido, se va diluyendo en las grises andanzas de la franquicia tras la partida de LeBron James.
El que fuera 5 veces All-Star no ha jugado más de 60 partidos en ninguna de las pasadas 4 temporadas. La continuidad en el juego ha brillado por su ausencia.
El pasado curso promedió 17,6 puntos y 9,8 rebotes, pero lo hizo en uno de los peores equipos de la NBA.
Con 32 años, a Love se le va pasando el momento de recuperar al menos una parte de su juego. En Cleveland aún le están esperando.