Lakers solo dejó de dominar el marcador durante 37 segundos. El resto del partido estuvo por delante de su rival. Llegó a acumular 23 puntos de ventaja. Jugándose el cuarto final. Pero aún tuvo tiempo para que se le metiera el miedo en el cuerpo a última hora.
Los de Frank Vogel lo hicieron todo prácticamente bien hasta casi el final. Defendieron a grandísimo nivel. Aplastaron al rival en la pintura. Tanto en anotación como en rebote. No dejaron correr a Houston. Tuvieron a Anthony Davis como líder indiscutible. A LeBron James como segundo de lujo. Y a Alex Caruso y Rajon Rondo como factores clave. Y un poco más y tiran todo por la borda en los últimos 8 minutos del partido.
El marcador era 76-99 jugándose el último cuarto. Restaba 7:53 para el final. El partido era un monólogo de Lakers. Pero llegado ese momento los angelinos agarraron una pálida de muy señor mío. Hizo mucho que Houston defendiera por fin bien (antes no lo había hecho). Aunque también es verdad que Lakers perdió la concentración hasta límites preocupantes.
Pérdidas de balón tontas. Rockets entonándose en la ofensiva. Los californianos haciendo faltas en la cancha contraria estando en el bonus. Para regalar libres. Y parcial de 24-6 para los texanos en 6 minutos y 55 segundos. Para ponerse 100-105. A falta de 58 segundos. El citado miedo en el cuerpo. Y un poco de incredulidad. La misma incredulidad que tuvimos todos en la primera parte. Cuando vimos saltar a la pista al novato Talen Horton-Tucker.
Con 100-105 todo podía pasar. Pero lo que pasó tuvo apellido de tenor. Sí, Caruso. Alex Caruso otra vez. Alex Caruso operando la resolución del partido. Alex Caruso en ataque y en defensa. Primero con un triple para el 100-108. Luego con una mano providencial ante Eric Gordon. Robo para el contraataque. Y Rondo dando una asistencia de fantasía contra el tablero. Para que LeBron James la matara tras correr el carril central. Marcador: 100-110. Se acabó el partido. Se acabó el miedo.
Caruso fue más que ese triple y ese robo de balón. Su intensidad desembocó en números: 16 puntos. Los mismos que LeBron James. Segundo anotador de su equipo. Rondo fue más que esa asistencia final. Fue ante todo una impresión de dominio en la pista. De sabiduría en tiempo de playoff. Pero también números. Porque el base firmó 11 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias. ¡Tercer partido consecutivo de Rondo a gran nivel! Los Rockets están sufriendo el efecto Rondo. Algunos 'haters' se han ido de vacaciones.
Mientras, Anthony Davis dominó el partido. No tuvo rival en la pintura. Ni en un lado ni en el otro de la cancha. Esta vez el dúo P.J. Tucker-Robert Covington no hizo mella en Lakers. Bastante hizo Covington con jugar tras el costalazo del anterior partido. Apenas estuvo esta vez 24 minutos en pista.
Davis acabó con 29 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias. Y LeBron se fue a 16 tantos, 15 rebotes y 9 asistencias. James puede no estar fino en el tiro y dominar la pista. Tiene ese don.
Kyle Kuzma fue un desastre. Hizo mucho más que él Horton-Tucker en 7 minutos (5 puntos, 2 rebotes y 2 robos).
Por lo demás, Lakers arrasó en la pintura. Tanto en anotación como en rebote. En el rebote... ¡26 a 52 para los angelinos! En el aro texano: 25-12. En el aro californiano: 40-1. En anotación en la zona: 62-24 para Lakers. Un abismo. Un abuso. El sistema de Mike D'Antoni convertido en un queso de gruyere.
Lakers superó al rival claramente en puntos a partir de segundas oportunidades (17 puntos a 3). Y en puntos al contraataque (19-2). Porque Lakers ganó a partir de la defensa y el rebote en su propio aro. A partir de ahí organizó su mundo. A partir de ahí pudo correr. Además, su balance defensivo fue excelso ante un equipo bajo.
La defensa zonal se le atravesó a Rockets. Los dos contra uno constantes de Lakers al inicio del partido se comieron a Harden. D'Antoni murió con su Plan A. Porque no parece tener un Plan B. No ayudó tener tocado a Covington. Y tener fuera de juego al díscolo Danuel House Jr.
Más allá de ese final frágil de los angelinos, Lakers dominó. Ya estaba 41-57 en el descanso. ¡Con Rockets habiendo metido solo 3 triples! Iba 70-86 al final del tercer cuarto. Dominaba 76-99 con 8 minutos por jugar. Maniatando a Harden. Dejando en entredicho la hasta ahora firme defensa de Houston. Jugando sin pívots. Con Anthony Davis como interior de referencia. Con JaVale McGee y Dwight Howard aburriéndose en la banda. Con Markieff Morris incrustado en el cinco inicial.
Frank Vogel ganando la partida a Mike D'Antoni. Lakers poniéndose a tiro de las Finales de la Conferencia Oeste.
Houston tuvo a Russell Westbrook con 25 puntos. Fue de lo más salvable del equipo. Harden sumó 21 puntos y 10 asistencias. Tras lanzar 20 tiros libres. ¡Y solo meter 2 lanzamientos de campo: 2 de 11! Un Harden desconocido. Eric Gordon aportó 19 tantos. Y Austin Rivers fue de lo mejor de Rockets. Hizo 14 puntos. Y defendió bien a LeBron James cuando estuvo en su marca.
Parece que a los Rockets no les da para más. Y que estos Lakers tienen armamento de sobra. Se vislumbra ya una gran final del Oeste. Lakers y Clippers cara a cara. La guinda con la que sueña la NBA. Ambos equipos están a un paso de cumplir el deseo menos oculto y más elemental de Adam Silver y de las televisiones.