Miami Heat ha enterrado prácticamente todas las opciones de Indiana Pacers en esta primera ronda de playoffs. Una nueva victoria, la tercera consecutiva, coloca a los de Erik Spoelstra con una ventaja incontestable de 3-0.
Heat tuvo a 4 jugadores en 20 o más puntos. Jimmy Butler sumó 27 más 8 rebotes, 4 asistencias y 3 robos, yéndose hasta 20 veces a los tiros libres; Goran Dragic acabó con 24 puntos y 5 triples; Bam Adebayo añadió 22 tantos, 11 rebotes y 5 asistencias; y Tyler Herro hizo 20 puntos. Y Kendrick Nunn sigue sin jugar.
Frente a ese tremendo arsenal colectivo, Malcolm Brogdon se enfrascó en una batalla tremendamente desigual, en un empeño titánico que le llevó a completar el mejor partido de su vida en una postemporada.
El base de Indiana firmó un partido espectacular con 34 puntos, 14 asistencias, 7 rebotes y excelentes porcentajes de tiro. Nunca había metido en playoffs tantos puntos, ni había dado tantas asistencias.
Además, 23 puntos y 5 robos de T.J. Warren, lástimas sus errores finales, 20 puntos de Victor Oladipo, que fue de más a menos, y 15 tantos, 12 rebotes y 3 tapones de Myles Turner.
El partido parecía estar en las manos de Miami Heat cuando se alcanzó el intermedio. Los de Florida ganaban 74-56 tras meter 40 puntos en el segundo cuarto. Esos 74 puntos se convierten en el récord anotador de la franquicia en una media parte en los playoffs, récord en una franquicia que atesora 3 anillos.
Llegado el descanso, los 'locales' ya habían lanzado 24 tiros libres y ya habían anotado 11 triples con un 55% de acierto.
Dragic estaba machacando al rival con 18 puntos ya en su haber tras meter 4 triples. El esloveno ha recorrido hoy el camino inverso al recorrido en los dos primeros partidos. En esos dos primeros juegos se tomó con tranquilidad las primeras partes para explotar en la segundas. Esta vez fue al revés. Brilló con luz propia en la primera para apagarse en la continuación.
Jugada la primera mitad, Miami tenía también con muy buenos números a otros jugadores como Duncan Robinson, Tyler Herro, Jimmy Butler, Bam Adebayo y Jae Crowder. Una auténtica fiesta colectiva que encaminaba al equipo hacia el 3-0.
En Indiana, Oladipo, Brogdon y Warren tiraban del carro. Pero la defensa de los Pacers había sido un desastre, nada que ver con los postulados habituales de Nate McMillan, que a buen seguro echó un broncazo a sus jugadores en el vestuario durante el descanso.
Algo debió pasar en ese vestuario, porque Indiana salió con otro tono en el tercer cuarto. Parcial de 12-2 para los Pacers para meterse en el partido, y brillante tercer cuarto en materia defensiva para dejar en 20 puntos al rival y con un parcial de 20-34 entrar de lleno en la disputa de la victoria.
Por eso, el cuarto final tuvo su miga. Indiana ya se puso a 2 puntos (94-92) a 11 minutos del final, distancia que repitió 7 minutos después con el 111-109 tras una canasta del infatigable Brogdon y a 2:11 de la conclusión (114-112) con un triple anotado también por Brogdon. Pero jamás fue capaz de ponerse por delante. Y ahí se acabó la historia.
Con el 114-112 en el marcador, Miami endosó un parcial definitivo de 8-0 a Indiana, anotando los 8 puntos desde el tiro libre, 4 de ellos transformados por Butler.
En ese desenlace tuvo mucho que ver el aciago final de Warren, que vio cómo Butler le ponía un importante tapón a 1:16 del final y que perdió un balón definitivo a 39 segundos de la conclusión.
Así fue como Miami ganó sufriendo un partido que parecía que ganaría sin despeinarse, un sufrimiento que le vale para ponerse 3-0 en la serie y tener pie y medio en la siguiente ronda.