Ha sido un abuso mayúsculo. Boston Celtics se ha paseado a lo grande ante un rival al que las bajas han convertido en pequeño. Brooklyn Nets no está para burbujas, y cada día que pasa se puede apreciar más cómo su presencia en Orlando es un puro trámite.
La paliza fue de órdago. No tuvieron piedad los Celtics con unos Nets cuya defensa fue una simple vergüenza.
La regularidad céltica fue máxima: 71 puntos en la primera mitad y 78 en la segunda para ganar 149-115. Boston anotó 149 en un partido sin prórroga. Los locales encestaron en cada cuarto 34, 37, 35 y 43 puntos, lo que da una idea de cómo Brooklyn hizo el ridículo en defensa durante los 48 minutos de juego.
Todos los jugadores de Boston que saltaron a la cancha, y fueron 13, terminaron anotando algún punto, mientras que 7 de ellos lograron dobles figuras en la ofensiva.
Brad Stevens se pudo permitir el lujo de dosificar a sus jugadores imporantes, dada la magnitud de la ventaja, de modo que sus estrellas pudieron respirar un poco en el apretado calendario de la burbuja.
Jaylen Brown lideró a los suyos con 21 puntos en 24 minutos, Jayson Tatum hizo 19 en 18 (y cada uno de ellos anotó 5 triples), Gordon Hayward acabó con 18 tantos y el joven Robert Williams se fue a 18 puntos en 19 minutos tras completar un partido perfecto en el tiro con 7 de 7 en campo y 4 de 4 en libres.
El equipo metió el 56,8% de sus tiros de campo, el 51,3% de sus triples (encestando 20) y el 82,9% en libres con una serie de 29 de 35. Fue un festín.
Ahora, el equipo bostoniano está con 2-2 en la burbuja y con 45-23 en la temporada, permaneciendo tercero en el Este y tomando aire con respecto al cuarto.
En cuanto a los Nets, cabía imaginar una debacle así viendo en las condiciones en las que han afrontado el reinicio de la temporada.