Dallas Mavericks se ha clasificado hoy para jugar los playoffs. Es su primer pase a la postemporada desde 2016 y el primero desde 1990 si se prescinde de la figura y la era de Dirk Nowitzki. A pesar de todo ello, el equipo genera muchas dudas.
Más sombras que luces en la clasificación de Dallas para playoffs, un pasaporte que alcanzó antes de jugar, con la derrota de Memphis ante San Antonio (106-108).
Luego llegó otra decepción del equipo texano, que se ha abonado a una tendencia peligrosa, la de dominar a los rivales para sufrir remontadas en el marcador y terminar perdiendo en finales apretados.
Volvió a suceder hoy. Lo peor fue que ocurrió ante Phoenix Suns. Ante unos Suns sin Kelly Oubre y Aron Baynes, y lo que aún es peor, ¡con Devin Booker y Deandre Ayton cargados con 5 faltas cada uno en el tercer cuarto!
Dallas se había ido ganando 60-73 al descanso, y fue en el momento en el que Booker y Ayton se sentaron por culpa de las faltas cuando Phoenix se vino arriba y Dallas se vino abajo. Incomprensible. Parcial de 36-19 en el tercer cuarto, doloroso parcial, y victoria final de Phoenix Suns por 117-115 tras desaprovechar Dallas los dos últimos ataques que tuvo para ganar.
La luz que emanan Luka Doncic y Kristaps Porzingis no fue suficiente. El esloveno apabulló con 40 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes y 18 de 19 desde el libre, aunque sigue desafortunado desde el triple y en la conservación del balón. El letón sumó 30 puntos, 8 rebotes y 4 tapones, aunque falló un triple ganador en los últimos segundos.
Desastroso el partido de Tim Hardaway Jr., que acabó con una serie de 0 de 8 en triples, incluido un fallo en la jugada final, y 1 de 12 en campo.
Los Mavs son séptimos en el Oeste y no les esperan, a priori, unos apacibles playoffs, a no ser que superen sus taras actuales.
La franquicia texana no entró en playoffs desde 1990 hasta que en 2001 lo hizo en el tercer año de Nowitzki en su plantilla. En aquel año 1990 el máximo encestador del equipo era un panameño, el gran Rolando Blackman. Ahora lo es un esloveno, el gran Luka Doncic. Pero todo apunta a que ambas temporadas acabarán igual, con el equipo cayendo en la primera ronda.