Kevin Garnett no quiere saber nada de Glen Taylor, propietario de Minnesota Timberwolves. Por eso, rechaza que los Wolves retiren su camiseta histórica con el número 21, la camiseta con la que jugó para Minnesota más de 12 años en la NBA.
El All-Star militó en Timberwolves en sus primeras 11 temporadas como profesional y volvió al equipo en 2015 para jugar 5 partidos en el curso 2014-2015 y 38 juegos en el 2015-2016, año, este último, en el que se retiró.
Su trayectoria con Minnesota fue espectacular y los aficionados de los Timberwolves le adoran, pero el homenaje no será posible por el distanciamiento existente entre el exjugador y Taylor.
"Glen y yo nos entendimos antes de que Flip (Saunders) muriera, y cuando Flip murió ese entendimiento se fue con Flip", ha explicado Garnett a The Athletic, rememorando cómo el presidente y entrenador del equipo fue el verdadero puente entre Taylor y él hasta que falleció a causa de un linfoma.
Garnett no se guarda nada cuando habla del propietario de Timberwolves: "Por eso, no perdonaré a Glen. Pensé que era una persona franca, que era un hombre de negocios directo, y cuando Flip murió, todo se fue con él".
Cuando Garnett regresó al equipo en 2015 se avanzó que se convertiría en socio minoritario de la franquicia, una promesa que nunca se cumplió.
El histórico jugador, que entrará este año en el Salón de la Fama, cree que si Taylor aboga por retirar la camiseta es porque está siendo presionado por los aficionados del equipo.
"Valoro mis años en Minnesota... Amo a mis Timberwolves, siempre tendré un lugar especial en mi corazón para la ciudad de Minneapolis y para el estado de Minnesota", ha afirmado Garnett, que ha insistido en su desencuentro con el dueño: "No quiero ningún trato con Glen Taylor, ni nada que tenga que ver con él".