Milagro en Mineápolis. A Buddy Hield le sienta muy bien su recién estrenada suplencia y a los Timberwolves se les niega la victoria hasta un extremo difícil de imaginar. Lo sucedido hoy en el Timberwolves-Kings tiene pocos precedentes.
Sacramento llegó a ir perdiendo por 27 puntos y caía por 22 tantos (108-86) a algo menos de 6 minutos del final. Pues bien, ¡parcial de 11-33 en esos últimos 6 minutos para empatar a 119, forzar la prórroga y ganar en el tiempo extra 129-133!
En esos 6 minutos finales del último cuarto... ¡los Kings metieron 8 triples, 5 a cargo de Buddy Hield, que en estado de gracia anotó 18 puntos en los últimos 4 minutos y 36 segundos del cuarto!
El final del cuarto fue ya el remate para los Wolves. Con 116-119 dispuso de 2 tiros libres De'Aaron Fox. Quedaban 4,7 segundos para la conclusión. Metió el primero (117-119) y tiró a fallar el segundo, Fox capturó el rebote de su propio tiro y anotó el 119-119 con 3,6 segundos por jugar. Así se forzó la prórroga y así se hundió el equipo local, ¡que firmó su décima derrota consecutiva! Ver para creer.
Hield ejerció de suplente de modo ejemplar, batiendo su mejor marca anotadora desde que está en la NBA. El escolta acabó con 42 puntos y 9 triples tras meter 14 de sus 24 tiros de campo.
Le secundaron Nemanja Bjelica (20 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias), que está en un estado de forma fantástico, y Fox (22 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias), que brilló según el partido se ponía más tenso.
Minnesota perdió el partido metiendo 23 triples con un 50% de acierto (el rival no le fue a la zaga con un 18 de 40).
Andrew Wiggins hizo 36 puntos, 9 rebotes, 8 asistencias y 7 triples, Robert Covington añadió 24 tantos y Karl-Anthony Towns firmó 23 puntos y 8 rebotes, aunque perdió 7 balones. Esos Timberwolves no levantan cabeza.