El accidente de tráfico sufrido la pasada semana por el jugador de Atlanta Hawks Chandler Parsons ha dado un giro inesperado hoy, un giro dramático que podría acabar con la carrera de un jugador cuya trayectoria deportiva había caído en desgracia desde hace años.
Parsons sufrió un accidente de circulación provocado por un conductor borracho, conductor que no fue identificado en un principio, pero que después fue detenido.
Hawks informó entonces de que su jugador había sufrido una conmoción cerebral y que entraba, por lo tanto, en el protocolo de conmoción de la NBA, sin hablar en ningún momento de que sufriera daños de consideración más allá del clásico latigazo cervical.
Por eso, el comunicado emitido hoy por la firma de abogados que representa a Chandler Parsons ha causado una enorme sorpresa.
Asegura la firma Morgan & Morgan que el jugador sufrió lesiones graves que podrían ser permanentes y que podrían poner fin a la carrera del baloncestista.
Afirma el comunicado del bufete de abogados que Chandler presenta múltiples lesiones, citando daños en la espalda y en un hombro, así como posibles daños cerebrales como consecuencia del golpe sufrido en la cabeza.
La temporada de Parsons con los Hawks parece acabada y ahora queda por discernir si su carrera deportiva también.
El accidente ocurrió tras vagar Parsons por la NBA una vez firmó en 2016 un contrato de casi 95 millones de dólares por 4 temporadas con Grizzlies. Ni en Memphis, ni ahora en Atlanta, pudo tener continuidad el alero, acuciado por continuas lesiones que lastraron su físico.
En caso de no poder jugar en lo que resta de temporada, Atlanta no podría pedir a la NBA una excepción por jugador lesionado porque no se cumplen las condiciones para poder hacerlo.