Era un partido de ex. Lakers contra Pelicans. O lo que es lo mismo, Anthony Davis se medía por segunda vez a su exequipo, mientras que Brandon Ingram, Lonzo Ball y Josh Hart llegaban al Staples por primera vez tras su salida de Lakers dispuestos a reivindicarse.
Davis se está especializando en masacrar a Pelicans. Parece que le tiene ganas a su equipo de toda la vida en la NBA. En su visita a Nueva Orleans el pasado 27 de noviembre Lakers ganó con 41 puntos y 9 rebotes de Davis y hoy, en L.A., arropado por su nueva afición, se ensañó de nuevo con su exequipo logrando 46 puntos y 13 rebotes en un nuevo triunfo angelino.
Brutal actuación del All-Star en la victoria cómoda de la escuadra californiana, ya que el 123-113 final no fija para nada la real superioridad que mostró Lakers de principio a fin.
Los números de Davis hablan por sí solos: ¡46 puntos, 13 rebotes y 3 robos con 15 de 21 en el tiro de campo, 3 de 5 en triples y 13 libres sin fallo alguno! Con él en pista, +26 para los angelinos. Fueron 38 minutos de juego para enmarcar. Pocas veces un ex se exhibe de tal manera ante su exequipo.
Secundaron a Davis jugadores como Danny Green (25 puntos y 6 triples) o LeBron James, aunque LeBron más bien propició, ya que no secundó nada. Él fue el motor del equipo, el organizador del juego una noche más. Sumó 17 puntos, 15 asistencias y 8 rebotes.
Lakers metió el 50% de sus tiros de campo y rozó ese 50% desde el triple tras meter 14 tiros, y ahora está ya con balance de 28-7.
En el lado contrario, Lonzo Ball lo hizo bien en su vieja casa. Logró 23 puntos con buenos porcentajes. Brandon Ingram lo hizo regular tras un horrible inicio. Le alcanzó para 22 puntos, pero con 10 de 27 en el lanzamiento. Y Josh Hart pasó desapercibido con 5 tantos.
El quinteto inicial de Pelicans estuvo en dobles dígitos anotadores al completo y Derrick Favors brilló con 15 tantos, 14 rebotes y 4 tapones.