Afecto, cariño, amor, entrega... pongan ustedes la palabra que más les guste, pero lo cierto es que el recibimiento a Kemba Walker por parte de la afición de Charlotte no ofreció duda alguna: los seguidores de los Hornets quieren al que fuera su jugador durante muchos años.
Era la primera visita a Charlotte de Walker con la camiseta de Celtics. No hubo división. Desde el primer momento el público se volcó con su exjugador, que no pudo reprimir las lágrimas al término del video de homenaje que se proyectó en el videomarcador y que incluyó los momentos estelares de Kemba con la camiseta de Hornets. Fueron 90 segundos que pudieron con el base, la gota que colmó el vaso, y nunca mejor dicho.
Tras el partido, Kemba aseguró: "Fue especial". Para añadir poco después que se había sentido colmado con "la cantidad de amor que he estado recibiendo durante todo el día".
Luego, ya en la pista, compitiendo, Kemba empezó mal, muy probablemente sobrepasado por las emociones, aunque su equipo no se resintió.
Los Celtics ganaron a los Hornets 87-108 para ponerse 6-1, sumar su sexta victoria consecutiva y seguir liderando el Este.
Jayson Tatum encabezó la propuesta ofensiva con 23 puntos, 9 rebotes y acertada noche desde el triple y Gordon Hayward, gran primera parte la suya, terminó otra vez con numerazos: 20 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias. Además, los Celtics recuperaron a uno de sus jugadores clave, Jaylen Brown, que sumó 12 puntos.
Mientras, Kemba Walker terminaba su noche con 14 puntos y 6 asistencias.
Charlotte perdió 20 balones y estuvo negado desde el triple. Esas dos circunstancias mataron a un equipo que no pudo con la defensa rival.
Los jóvenes Bridges (18 puntos y 10 rebotes) y Graham (15 más 9 asistencias) estuvieron a la vanguardia, el español Willy Hernangómez jugó 6 minutos para 5 puntos y el sucesor de Kemba, Terry Rozier, fue uno de los grandes damnificados de la noche al no estar a la altura en el regreso de Walker, cuya sombra en Charlotte es muy alargada. Rozier firmó solo 3 puntos con 1 de 11 en el tiro.