Kemba Walker se apropió de la noche de Kyrie Irving. Iba a ser anoche el regreso, indiscutiblemente hostil, de Irving a Boston, pero tal reencuentro no se produjo por la lesión del base. En esa circunstancia, Kemba volvía al juego y enamoraba a su nueva afición.
Walker padeció una corta baja por la alarmante lesión que sufrió en el cuello tras una colisión. Anoche, Kemba era de nuevo de la partida y su respuesta física no pudo ser mejor.
El ex de Hornets lideró el triunfo local (Boston ganó a Brooklyn 121-110) con 39 puntos, su mejor anotación hasta la fecha como jugador céltico, y 6 triples en 31 minutos de desempeño en la cancha.
El triunfo deja a los Celtics con balance global de 13-4 y les mantiene invictos en el Garden con 7-0. Y es que nadie parece echar de menos en Boston a Kyrie Irving.
Boston, que capturó 19 rebotes ofensivos, tuvo a todo su quinteto inicial en dobles dígitos anotadores. Jaylen Brown se fue a 22 puntos y 10 rebotes, y aportaron también de forma notable Jayson Tatum y un muy activo Daniel Theis, así como el suplente Brad Wanamaker.
Los visitantes venían de firmar 4 victorias seguidas sin Irving en juego. Pero Boston fue un destino demasiado complejo. Tiraron los Nets de abuso de triples para meter nada menos que 21, pero lanzando 56, muchos más que lanzamientos de 2 (intentaron 34).
Garrett Temple lideró a los visitantes con 22 puntos y 6 triples, Joe Harris hizo 21 y 5, Jarrett Allen firmó 17 tantos y 14 rebotes y Spencer Dinwiddie hizo esta vez 16 tantos y 11 asistencias, pero en una deficiente noche en el tiro.