Jamás nadie pudo imaginar algo así. Meyers Leonard tenía una gran oportunidad al partir como titular en el cuarto partido entre Blazers y Warriors. La lesión de Jusuf Nurkic y el mal estado físico de Enes Kanter le abrieron esa posibilidad.
Y llegado el momento todo se desarrolló muy lejos del guion previsto. Lejísimos para bien. Leonard anotó los primeros 4 puntos de su equipo, 2 canastas bajo el aro, una en volcada, y al poco de empezar ya llevaba 6 tantos. A partir de ahí, la locura.
El pívot de Blazers empezó a enchufar tiros, se fue atreviendo poco a poco con un mayor número de movimientos y terminó siendo la pesadilla de Golden State en la primera parte.
Tal fue la elevación a los altares del jugador, que este en un momento dado del segundo cuarto alzó los brazos para arengar a su público, que le devolvió el gesto animando de forma brutal a los suyos, incrédulo ante lo que estaba viendo.
La primera parte de Leonard fue para enmarcar. Sencillamente increíble: ¡25 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 5 de 6 desde el triple en 16 minutos! Una máquina de anotar.
Luego fue bajando su perfil anotador, que no el reboteador y el de intensidad en el juego. Terminó con 30 puntos, 12 rebotes, 5 triples y 12 de 16 en el tiro de campo tras jugar nada menos que 40 minutos.
Sin duda, el partido de su vida, aunque desgraciadamente su equipo perdiera y quedara eliminado.