Los Celtics no levantan cabeza. Anoche, nueva derrota en el Garden ante una exhibición portentosa de LaMarcus Aldridge, que lideró con mano firme a los texanos hasta machacar con virulencia a los bostonianos.
Boston venía de perder con Charlotte cuando iba ganando por 18 puntos a 8 minutos del final. Un parcial final de 30-5 obró el desastre. Pues bien, este domingo nuevo desastre: derrota en casa por 19 puntos (96-115) tras llegar a ir perdiendo por 25 en el último cuarto.
Los Celtics están de capa caída, encadenan derrotas y son incapaces de alcanzar el cuarto puesto de Indiana Pacers. La temporada está siendo decepcionante y algunos empiezan a cuestionar al técnico Brad Stevens.
San Antonio, mientras, sigue a lo suyo, que no es otra cosa que asegurar primero los playoffs y luego buscar posición. La igualdad en el Oeste del cuarto al octavo puesto es tremenda.
Volviendo a Aldridge, el interior de San Antonio estuvo colosal al firmar una actuación de 48 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias con 20 de 31 en el tiro de campo. Es su segunda mejor anotación del curso tras los 56 puntos que endosó a Thunder en enero.
Junto a él, DeMar DeRozan con 16 tantos y 11 asistencias dentro de un equipo que funcionó muy bien en defensa -esa es la clave de los de Popovich- y que atacó con determinación para acabar con 32 asistencias y por encima del 50% en el tiro de campo.
Boston, un desastre. Apenas un 40% en el tiro de campo y desatino total desde el triple. Volvió Gordon Hayward -13 puntos y 10 rebotes-, pero de nada sirvió. El equipo no pudo contar ni con Al Horford ni con Jayson Tatum.
Marcus Smart fue el máximo anotador local a pesar de solo meter 14 puntos. Kyrie Irving se quedó en 11 puntos y 12 asistencias con un 5 de 17 en el lanzamiento. El base de Celtics abandonó la pista en el primer cuarto por un problema en una mano, aunque luego retornó al juego.
El recién fichado Greg Monroe jugó 3 minutos.