Los Lakers tocaron fondo anoche en Memphis. Caer en el FedExForum ante los débiles Grizzlies no entraba en sus planes, como no entraba tampoco caer en el partido anterior ante unos Pelicans sin Anthony Davis. La tensión se masca en Lakers según se alejan los playoffs.
El primer cuarto bastaría para poner en situación a todos. ¡Lakers perdió ese primer 'round' ante Memphis anotando el 70% de sus tiros! Al mérito de meterle 31 puntos a la defensa de Grizzlies se contrapuso el demérito de encajar 34 tantos ante un equipo sin demasiado arsenal ofensivo.
Nada le sirvió al equipo de Luke Walton. Ni los 32 puntos de un gran Brandon Ingram, ni el triple-doble de LeBron James (24 tantos, 12 rebotes y 11 asistencias), que estuvo bien defendido, ni los 22 tantos de Kyle Kuzma. Estos 3 jugadores y Reggie Bullock fueron los únicos que aportaron al equipo, ¡con una suplencia que solo metió 7 puntos con un 3 de 14 en el tiro! Jugar con 4 casi nunca garantiza una victoria.
Para mas 'inri', ¡Memphis afrontaba el choque sin los lesionados Jaren Jackson Jr. y Kyle Anderson! Dio igual, a estos Lakers les falta mucho para ser realmente competitivos.
El partido resultó muy equilibrado de principio a fin. Y fue Avery Bradley el que lo cerró en los segundos finales acertando sus 2 tiros libres.
Memphis contó con la sabiduría de Mike Conley. El base estuvo al mando de las operaciones, dirigió con pulso firme el juego y terminó con 30 puntos. A su lado, un gran Jonas Valanciunas, autor de 20 tantos y 13 rebotes en 25 minutos de juego desde la titularidad.
No fue Valanciunas el único llegado en pleno curso a Memphis que brilló anoche. También lo hicieron el citado Bradley y el francés Joakim Noah, que sumó 14 tantos y 12 rebotes desde la suplencia. El ex de Bulls y Knicks está recobrando su carrera poco a poco.
Los Grizzlies dominaron el rebote, defendieron bien y aguantaron el pulso de un equipo rival al que le faltó alegría ofensiva.
Y LeBron se fue de Memphis con un triple-doble, entrando en el Top 10 de la lista histórica de asistencias en la NBA y con un indisimulado rostro de cabreo.