"Después de 18 derrotas consecutivas en casa, los Knicks han ganado. Repito, los Knicks han ganado". Esas palabras se pronunciaban al otro extremo de Estados Unidos, en California, lejísimos de la Gran Manzana, en plena ceremonia de los Oscar.
El actor Samuel L. Jackson se dirigía al director Spike Lee para entregarle el Oscar al mejor guion adaptado y no pudo evitar hablar de los Knicks ante un Lee que no pudo acudir anoche, obviamente, a su cita con el Madison. Lee, calzando unas Golden Air Jordan 3 'Tinker', vivió una gran noche: premiado por la Academia y disfrutando de la victoria de los Knicks a distancia.
Los Knicks rompieron anoche la peor racha de su historia como locales. Habían perdido 18 partidos en el Madison de forma consecutiva hasta que ganaron a los Spurs con un Damyean Dotson caliente desde el triple.
New York venció 130-118 a unos decepcionantes Spurs para ponerse con marca de 12-48 en una temporada tirada ya a la basura en busca del draft.
Ganaron los locales sin contar con DeAndre Jordan, pero disfrutando de un tremendo Dotson, autor de 8 triples y 27 puntos.
Dennis Smith Jr. se fue a 19 tantos, 13 asistencias y 0 pérdidas de balón, el novato Kevin Knox añadió otros 19 con 10 rebotes, Emmanuel Mudiay metió también 19, pero desde la suplencia, y el rookie suplente Mitchell Robinson se fue a 15 tantos, 14 rebotes y 5 tapones.
El partido, que registró solo 13 pérdidas de balón entre ambos equipos, nos dejó a unos Spurs lamentables en defensa, deficientes desde el triple e incapaces de reaccionar tras acabar el tercer cuarto 11 puntos abajo.
En los visitantes, solo se salvó DeMar DeRozan, autor de 32 puntos y 9 rebotes. LaMarcus Aldridge anotó 18 tantos en 21 minutos de juego y Pau Gasol capturó 5 rebotes en los 6 minutos que dispuso y se fue sin anotar.