Ganar en el Oracle Arena sin James Harden. Parecía un reto imposible para los Rockets. Pero no lo fue. ¡Houston ganó a los Warriors sin el vigente MVP de la NBA! Lo hizo con un esquema distinto. Mike D'Antoni sorprendió a todos.
¡Fue el interior Kenneth Faried el que cubrió la baja de Harden! Sí, ¡D'Antoni afrontó el partido con dos referencias interiores! Porque jugó con la pareja Kenneth Faried-Clint Capela. Y no le fue mal.
El inicio de Houston resultó demoledor. Parcial de 20-35 en el primer cuarto. Defendiendo mucho. Atacando con criterio. Un arranque que fue un lastre para los locales.
Poco a poco, Golden State fue adquiriendo ritmo. Solo perdía por 7 al descanso (54-61). Y por 6 al final del tercer acto (86-92). Pero nunca fue capaz de remontar el marcador.
Los Rockets (34-25) tuvieron al Chris Paul más pasador de la temporada. Porque tuvo más el balón en sus manos, ausente Harden. Acabó el base con 23 puntos y 17 asistencias (11 en la primera parte).
Eric Gordon metió 25 puntos. Faried añadió 20 más 10 rebotes. P.J. Tucker se fue a 18 con 10 rebotes y 4 robos. Capela capturó 15 rebotes. Todos contribuyeron en una rotación corta de 8 jugadores.
Warriors, mientras, nunca pudo ser Warriors. Nunca se vio al equipo en su máxima expresión. Todo empezó mal. Los locales perdieron 17 balones en el partido. Y se quedaron sin Draymond Green al inicio del último cuarto. Por un esguince de tobillo. No estaba jugando bien.
Kevin Durant lideró la anotación local. Con 29 tantos. Stephen Curry fue el más completo. Acabó con 25. Klay Thompson firmó 20. Y DeMarcus Cousins jugó 27 minutos. Para 13 puntos, 14 rebotes y 4 tapones. Aunque perdió 6 balones. Ni siquiera el buen desempeño de sus estrellas salvó a los Warriors.