Warriors tiró de oficio y calidad en Milwaukee. Para obtener una prestigiosa victoria. Ante los Bucks. Defendiendo. Defendiendo mucho. Triunfo por 95-105. Pese a la mala noche de Kevin Durant. Stephen Curry y Klay Thompson lideraron la ofensiva.
Golden State compartió ataque. A diferencia de otras veces. En esta ocasión contribuyeron muchos. Responsabilidad fragmentada. No hubo ninguna actuación sobrenatural. Todos se mantuvieron en términos humanos.
Los Warriors enchufaron 19 triples, eso sí. Por 7 de su rival (que encestó solo el 17,9% de sus intentos). Y asistieron 32 de sus 40 canastas. Socializando el juego. Compartiendo. Apurando el pase extra.
Curry acabó con 20 puntos y 8 asistencias. Thompson añadió 20 con 6 pases de canasta y 4 robos. Andre Iguodala sumó 15 tantos y 8 rebotes. Otra vez brilló la labor de Jonas Jerebko. Y Warriors sobrevivió al mal día de Durant. El alero se fue con 11 puntos. Y un 3 de 14 en el tiro.
A Milwaukee le salvó el rebote. Porque tiró mal. Especialmente desde el triple. Perdió muchos balones. No tuvo calidad en la circulación de la bola.
Giannis Antetokounmpo fue el mejor local. Con 22 puntos y 15 rebotes. Todos los titulares lanzaron entre 12 y 14 tiros de campo. También socializó el balón Milwaukee. Bien Malcolm Brogdon. Mal Khris Middleton. Desaparecido en combate Eric Bledsoe en la segunda parte. A los Bucks se le hizo grande el partido. Porque los Warriors son mucho Warriors.