Los Bucks de Mike Budenholzer se están postulando como equipo grande del Este y ningún mejor escaparate para sus pretensiones que tumbar en el Oracle Arena a los vigentes campeones y gran coco del Oeste, Golden State Warriors, y hacerlo de manera contundente.
Warriors jugó sin Draymond Green y perdió en el tercer cuarto, también por lesión, a Stephen Curry, que salió del partido tras anotar solo 10 puntos y no meter un solo triple, algo ciertamente inhabitual en él.
Pero más allá de esa doble circunstancia, Milwaukee ofreció en Oakland imagen de equipo grande, de escuadra dominadora. Se fue al descanso ganando 51-64 con 19 puntos de Giannis Antetokounmpo, anduvo inspirado en el tercer cuarto hasta terminar dominando por 26 puntos (79-105) y llegó a tener 29 puntos de ventaja en el último cuarto, un cuarto cargado de minutos de la basura en el que muchas estrellas ni siquiera pisaron la pista.
Al final, contundente 111-134 para situarse con marca de 9-2 y romper una doble racha del rival, ya que Warriors llevaba 8 triunfos seguidos y no había caído aún como local. Golden State queda ahora con balance de 10-2.
Eric Bledsoe lideró la anotación visitante con 26 puntos tras un gran 10 de 12 en el tiro de campo, Anteto se quedó en 24 tantos y 9 rebotes y Malcolm Brogdon añadió 20 puntos. Ninguno de ellos superó los 26 minutos de estancia en la cancha. Además, notables minutos de Connaughton, la gran sorpresa del encuentro.
Los Warriors nunca estuvieron en disposición de ganar el partido y se hundieron irremisiblemente en el tercer cuarto.
Klay Thompson sumó 24 puntos, Kevin Durant hizo 17 con 9 asistencias y el suplente Cook añadió 15 tantos en 19 minutos.