Los Warriors recuperaron a Stephen Curry, pero eso no les sirvió para ganar en Detroit a unos Pistons que están en evidente buena forma. Eso sí, al base de Golden State se le vio bastante bien en la cancha después de estar algo más de 3 semanas alejado de la competición.
Curry reconoció tras el partido que no se sintió cómodo en la primera parte, pero que en la segunda mejoró hasta acercarse al nivel que desea.
El de Akron terminó el encuentro con 27 puntos tras estar cerca del 50% en el tiro de campo y meter 3 triples. Su peor faceta fue la pérdida de balones. Extravió 7.
Steph había jugado su último partido el 8 de noviembre ante Milwaukee. Aquel día solo metió 10 puntos y no pudo anotar un solo triple. Se le vio mal físicamente. A partir de ahí, algo más de 3 semanas de baja para perderse 11 partidos, de los que Warriors solo ganó 5. La doble ausencia de Curry y Draymond Green, que todavía sigue de baja, se notó muchísimo.
En el momento de caer lesionado, Curry era el máximo anotador de la NBA.
El base de Warriors sufrió además durante su convalecencia un accidente de tráfico que se saldó sin daños personales.