LeBron James firmó su primer triple-doble como jugador de Lakers y ese triple-doble sirvió para que el equipo ganara su segundo partido de la temporada rompiendo el carácter inexpugnable que conservaba hasta anoche Denver Nuggets.
Todo ello con Kobe Bryant como testigo. El exjugador de Lakers acudió al partido y desde la grada animó a los suyos, haciéndose raro ver esa extraña conjunción consistente en tener a Kobe entre el público y a LeBron vestido de Laker en la pista.
James finalizó con 28 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias para completar su primer triple-doble de la temporada y el 74º de su carrera NBA.
Fue el de Akron la punta de lanza de un equipo que volvió a resultar solvente en ataque y que de nuevo buscó al colectivo más allá de las individualidades, aunque hubiera jugadores que destacaran por encima de otros, tales como el joven Kyle Kuzma (22 puntos) o JaVale McGee (21 tantos y 7 rebotes), que está haciendo un inicio de temporada formidable.
A todos ellos se sumó un Lonzo Ball cada vez más fino. El base acabó con 12 puntos, 8 asistencias y 5 robos dentro de un equipo que contó con 6 jugadores en dobles dígitos encestadores.
Lakers entró en el cuarto final perdiendo por 2 puntos ante Nuggets, pero terminó resolviendo con un parcial de 34-25 que dejó el marcador definitivo en 121-114.
Denver sufrió así su primera derrota del curso a pesar de los 24 puntos y 11 rebotes de Nikola Jokic, los 22 y 10 de Jamal Murray y los 20 tantos y 7 capturas en los aros de Monte Morris.
El español Juancho Hernangómez jugó 8 minutos y anotó 2 puntos.