LeBron James elevado a la enésima potencia. El de Akron salvando el pellejo a Tyronn Lue y compañía, multiplicándose físicamente hasta la extenuación después de una hiperexigente temporada regular. Tremenda exhibición de James en el momento clave.
Los números de LeBron volvieron a ser de otra galaxia: 45 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias, 4 robos y 16 de 25 en el tiro de campo. Además, se convirtió en el jugador que más balones ha robado en la historia de los playoffs superando a Scottie Pippen.
Indiana ha jugado un muy buen partido a pesar de la presión y de su mal inicio de encuentro. El 31-19 del primer cuarto hacía presagiar una victoria fácil de los locales, que en los primeros 12 minutos no perdieron un solo balón, no cedieron un solo rebote en su canasta y no permitieron un solo punto a Victor Oladipo, pero a partir del segundo cuarto, y especialmente en el tercero, todo cambió.
Todo ello en un primer período en el que Lue saltó a la pista con Tristan Thompson de inicio y éste respondió de un modo excepcional, capitalizando el juego de su equipo junto a LeBron.
Al inicio del segundo acto, Cleveland dominaba ya 35-21 con 17 puntos de LeBron, que no había fallado un solo tiro de campo (7 de 7), pero un parcial de 10-0 metió a los Pacers en el partido y ya no salieron de él a pesar de que su gran estrella, Oladipo, tardó 15 minutos en anotar su primera canasta y a pesar de que Cavs volvió a adquirir 14 puntos de ventaja (51-37) para irse al descanso con un cómodo 54-43. El mate final en rebote ofensivo de Thompson, espectacular, llegó fuera de tiempo.
Al descanso, LeBron llevaba 26 de los 54 puntos de su equipo. Dominaba la pista a su antojo. Tristan Thompson estaba en 10 puntos y 9 rebotes y Cleveland solo había perdido un balón, y fue al filo del descanso. Encima, los locales habían dejado a Oladipo en solo 5 puntos. Pacers sobrevivía gracias al empuje ofensivo de Darren Collison (17 puntos) y a la intensidad de Lance Stephenson, incluido un golpe severo en la cabeza de James en el primer cuarto.
Los Pacers no se rinden
La reanudación fue de Indiana. El equipo de Nate McMillan se llegó a adelantar en el marcador (58-59) con la única canasta del muy desafortunado Bojan Bogdanovic. En el arranque del tercer cuarto, Cleveland había perdido 4 balones. Nada que ver con la primera parte.
Entonces, George Hill saltó a la cancha tras haberse perdido los últimos 3 partidos por problemas físicos, y no lo hizo nada mal, Kevin Love cometía su cuarta falta en un partido hasta entonces gris, LeBron rompía su racha positiva de 25 libres seguidos sin fallo y todo empezaba a torcerse un poco para los Cavs, que alcanzaron el final del cuarto con un escuálido 76-74 en el luminoso a pesar de los 38 puntos de un LeBron desatado que se fue a vestuarios cuando restaba un minuto para acabar el cuarto y que volvió cuando ya había empezado el último.
Emoción final
El último cuarto supuso la pequeña resurrección de Kevin Love, el empuje de Victor Oladipo, la eliminación por faltas de un discreto Myles Turner y la capacidad de decisión final de LeBron.
Con 100-96 y 50 segundos por jugar, James anotó el 102-96 (a 30 segundos del final) y acto seguido defendió el triple de Oladipo y capturó el rebote defensivo en un derroche físico espectacular. Ahí estuvo el partido. Demoledor James.
Tristan Thompson (15 puntos y 10 rebotes) y Kevin Love (14 tantos y 4 triples) fueron los mejores ayudantes de James, con los exteriores del equipo haciendo un mal partido y con José Manuel Calderón fuera de la rotación.
En Pacers, 30 puntos (25 en la segunda parte), 12 rebotes y 6 asistencias de Oladipo, 23 puntos de Collison, 14 y 10 rebotes de Thaddeus Young, horrible noche de Bogdanovic y buena actuación de Domantas Sabonis.