Fue un Spurs-Warriors descafeinado. Golden State jugó sin Stephen Curry, Klay Thompson y Kevin Durant. Y, por si fuera poco, perdió a Draymond Green. El ala-pívot tuvo que dejar el juego en el segundo cuarto. Antes, apenas había aportado al juego.
El gigante del partido fue LaMarcus Aldridge. Otra vez. Sumó 33 puntos y 12 rebotes. Con 13 de 22 en el tiro. San Antonio derrotó 89-75 a Warriors. La ofensiva californiana en su mínima expresión.
Los Spurs solo metieron 12 puntos en el tercer cuarto. ¡Pero es que Warriors hizo 12 en el último! El equipo de Steve Kerr ofreció su peor partido ofensivo de la temporada. Solo lanzó 74 tiros. Hizo un 3 de 19 desde el triple. Fue una sombra de sí mismo. Una broma.
Solo funcionó nuevamente Quinn Cook (20 puntos). También se salvó Kevon Looney. Draymond Green se fue del partido sin anotar. Sin asistencias. Solo hizo 3 rebotes en 12 minutos.
San Antonio sigue en la pelea. Está, por ahora, dentro de los playoffs. Aldridge fue su único valedor ofensivo anoche. Pero la defensa grupal fue muy buena.
Manu Ginóbili sumó 3 puntos y 3 asistencias en 20 minutos. Y Pau Gasol logró 4 tantos y 4 rebotes en 16. Con 1 de 8 en el tiro. Su peso en el equipo ha caído en los últimos partidos. Ahora es suplente y juega menos.