Marzo se le está haciendo muy cuesta arriba a los Warriors. El equipo no es capaz de alcanzar a Houston Rockets. Y su enferemería está plagada de talento. Anoche, Golden State jugó sin sus 3 mejores anotadores. No estuvieron presentes Stephen Curry, Klay Thompson y Kevin Durant. Todos lesionados. Y la ofensiva del equipo se resintió hasta límites insospechados.
Warriors no llegó a los 100 puntos... ¡y perdió en casa ante un equipo menor como es Sacramento Kings! El equipo ha recuperado a Draymond Green y David West. Pero anoche perdió a otro componente. Tras el esguince de tobillo que sufrió el israelí Omri Casspi.
Golden State solo anotó 34 puntos en la segunda parte. Acabó el partido con 21 asistencias y un 42% en el tiro de campo. Baste decir que su mejor hombre fue el base Quinn Cook. Un jugador econvertido en titular por la baja de Curry. Sumó 25 puntos (su mejor marca en la NBA). Tras anotar 10 de sus 13 tiros de campo, que incluyeron 5 triples.
Nick Young y Andre Iguodala fueron titulares. Draymond Green estuvo completo (14 tantos, 10 rebotes, 7 asistencias y 4 robos). Pero tenía que haber dado más en la anotación a un equipo carente de ella. Los suplentes aportaron muy poco.
Liderazgo de Buddy Hield
Sacramento vio la oportunidad y la aprovechó. A pesar de no contar con buenas actuaciones de jugadores importantes como De'Aaron Fox, Bogdan Bogdanovic o Zach Randolph.
La suplencia visitante marcó la diferencia liderada por un gran Buddy Hield. El joven jugador hizo 22 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Resultó, además, crucial en la recta final. Skal Labissiere lo hizo bien. Y Kosta Koufos capturó 12 rebotes.