Karl-Anthony Towns es un jugador nacido para triunfar y nadie puede poner en duda que merece ser de una vez All-Star. El internacional dominicano dio anoche toda una lección magistral en la pista liderando una nueva victoria de unos imparables Minnesota Timberwolves.
Ganaron los Wolves 118-108 a los Knicks con un imparable Towns. El joven jugador local acabó el choque con 23 puntos, 15 rebotes y 9 asistencias, al borde de completar su segundo triple-doble en la NBA. Estuvo Towns 40 minutos en pista y anotó el 60% de sus tiros. MVP indiscutible del encuentro.
Le acompañaron en la ofensiva Taj Gibson y Andrew Wiggins con 17 y 16 puntos, Jeff Teague dirigió bien las operaciones y los suplentes funcionaron con eficiencia. Todo ello en un partido discreto de Jimmy Butler.
Minnesota suma ya 4 victorias consecutivas por 10 o más puntos de diferencia, algo poco común en la historia de la franquicia. El equipo tiene química, ya funciona como tal, y por eso anda en lucha en el Oeste con los Spurs.
Anoche, 52% en el tiro de campo, 33 asistencias y los mismos robos que pérdidas, 12.
Anotación muy compartida
El partido nos dejó a nada menos que 15 jugadores en 10 o más puntos, 8 locales y 7 visitantes, lo que da una idea de lo compartida que estuvo la anotación en un encuentro que Minnesota decidió en el cuarto final defendiendo.
Los Knicks perdieron pese a meter el 54% de sus tiros y el 50% de sus triples.
Lo hicieron en el regreso al juego de Tim Hardaway Jr., que llevaba un mes y medio sin jugar. Partió como suplente, tuvo limitación de minutos (25) y anotó 16 puntos.
Jarrett Jack, que venía de hacer un triple-doble, fue el mejor anotador visitante con 18 puntos, a los que añadió 8 pases de canasta. Además, 17 puntos, 10 rebotes y 3 tapones de un desafortunado Kristaps Porzingis en el tiro, 16 tantos y 12 rebotes de Enes Kanter y excelente primera parte de Michael Beasley.
El español Willy Hernangómez volvió a quedarse fuera de la rotación.