Parece inagotable el talento del dúo Joel Embiid-Ben Simmons, resulta inabordable el proyectar cuál es su auténtico potencial, pero lo cierto es que los Sixers ya empiezan a gozar de beneficios. Anoche, triunfo por 119-109 ante Atlanta.
Tercera victoria consecutiva de unos Sixers que siguen creciendo al ritmo de sus jóvenes. Triunfo logrado gracias a un buen cuarto en materia defensiva, porque los de Filadelfia dejaron a los Hawks en 16 puntos en los últimos 12 minutos dejando al descubierto las limitaciones del equipo de Mike Budenholzer.
Robert Covington, que dio un susto físico en el partido, lideró la anotación local con 22 puntos, 18 procedentes del triple, pero fueron Embiid y Simmons los que repartieron la felicidad. El primero hizo 21 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias, taponó, defendió y llegó a jugar 30 minutos. El segundo rozó otra vez el triple-doble con 19 tantos, 13 rebotes y 9 asistencias.
Además, notable desempeño en la segunda unidad de Jerryd Bayless, Amir Johnson y T.J. McConnell. Volvió al juego en los locales el ya recuperado J.J. Redick.
El alemán Dennis Schröder encabezó la ofensiva de Atlanta con 25 puntos, Taurean Prince añadió 17 con 11 rebotes y el argentino Nicolás Brussino jugó su segundo partido del curso, aunque su presencia volvió a ser testimonial.