"De inmediato supe que algo estaba mal, pero cuando aterricé no sentí mucho dolor". El que escribe esto es Gordon Hayward, que explica en su blog personal y en su página de Facebook lo que sintió el 17 de octubre cuando sufrió una gravísima lesión en su debut con Celtics.
El jugador se fracturó el tobillo izquierdo al poco de arrancar el partido ante Cleveland Cavaliers, el encuentro de apertura de la temporada NBA. Fue una lesión espeluznante que dejó a todos con el corazón encogido.
Hayward confirma que no podrá jugar en la presente temporada, algo que ya se sabía, pero ya piensa en el futuro: "Sigo imaginando cómo será pisar la pista del Garden y hacer mi debut en la temporada regular como Celtic", escribe.
El momento de la lesión
El ex de Utah Jazz describe así el momento fatídico de la lesión: "De inmediato supe que algo estaba mal, pero cuando aterricé no sentí mucho dolor. Me di la vuelta y vi que mi pie estaba en una dirección completamente equivocada. Mi primer pensamiento fue: ¡Oh, esto no está bien, esto tiene muy mala pinta!".
Luego, recuerda la ayuda de todos los que estaban a su alrededor y agradece el apoyo incondicional que le ha brindado Boston Celtics. Le emociona recordar todas las muestras de afecto que ha recibido de jugadores, entrenadores, aficionados... tanto de Boston como de otros equipos.
Ahora, el momento de la rotura del hueso y los ligamentos del tobillo izquierdo ha quedado atrás. Le espera un largo proceso de rehabilitación, pero se le ve con mucho ánimo. Al menos, eso es lo que transmite en el escrito que ha hecho público bajo el título "In a instant".