Detroit Pistons vive en el asombro. Rompió la naturaleza invicta de Clippers. Y anoche se cargó a los Warriors. En un viaje por California lleno de prodigios. Remontando a Golden State en la segunda parte. Mirando cara a cara a los campeones.
La primera parte había acabado 57-52 para Warriors. Con Stephen Curry en 20 puntos. Y Reggie Jackson en 18. Ninguno de los dos brilló en la continuación. Pero Pistons se impuso 107-115. Tras un parcial de 50-63 en la segunda parte.
Poco importó el 4 de 17 que tuvo Andre Drummond en el tiro. El pívot ya se encargó de hacer otras cosas. De capturar 18 rebotes. De mover el balón en el poste. De defender (5 robos).
Avery Bradley lideró con 23 puntos a los visitantes. Jackson se quedó en 22. También aportaron en la ofensiva jugadores como Stanley Johnson, Tobias Harris o Ish Smith.
Un big three y nada más
Warriors lo fio todo a su big three ofensivo. Klay Thompson hizo 29 puntos. Kevin Durant añadió 28. Curry se fue a 27 con 8 asistencias. Nada menos que 74 puntos entre los tres. Todos por encima del 50% en el tiro. Colectivamente en un espectacular 33 de 50. Y para nada. Para perder.
Porque el resto hizo poco. Draymond Green se limitó al rebote y la defensa. Nada de nada en ataque. Los suplentes ofrecieron un rendimiento decepcionante.
¡Los Warriors han perdido 3 partidos tras 7 juegos! Está siendo un comienzo extraño.