Markieff Morris y Marcus Morris respiran tranquilos. También sus esquipos: Wizards y Celtics, respectivamente. Porque los hermanos Morris han sido declarados no culpables. La inocencia ha sido el resultado de dos semanas de juicio en el estado de Arizona. A pesar de que la Fiscalía solicitó que fueran declarados culpables.
El jurado ha exonerado a los Morris. Sobre ellos pesaban cargos de agresión con agravantes. Se les acusaba de ayudar a otros 3 hombres a golpear a Erik Hood. Los hechos sucedieron en enero de 2015. En el exterior de la instalación donde se jugaba un partido de baloncesto de instituto. Cuando los hermanos militaban en Phoenix Suns.
Los otros 3 hombres implicados se declararon culpables. Los hermanos Morris defendieron su inocencia desde el principio. Y esa inocencia ha sido ratificada por un jurado. En la Corte Superior del condado de Maricopa. En Phoenix (Arizona).
"Desde el principio esperábamos que nos declararan inocentes", aseguró tras Marcus tras el veredicto.
Ambos jugadores no se habían podido incorporar a la pretemporada de sus equipos. Ahora, terminado el juicio, podrán hacerlo. Sin ataduras. Sin la amenaza de una sanción de la NBA. Con libertad para desarrollar su juego.