Magic Johnson, presidente de Operaciones de Baloncesto de los Lakers, ha asumido hoy su responsabilidad por el caso de 'tampering' protagonizado por su equipo y ha pedido a la propietaria del club, Jeanie Buss, que la multa impuesta por la NBA recaiga sobre él.
La multa no es precisamente pequeña. La NBA impuso una sanción de 500.000 dólares a los Lakers por incumplir la normativa anti-tampering al contactar con el entorno del jugador Paul George entrometiéndose en la situación de un baloncestista con contrato en vigor sin tener en cuenta a su entonces equipo, Indiana Pacers.
La situación desembocó en el anuncio de George de que no seguiría en Pacers en 2018, los intensos rumores fijando a Lakers como su más que probable destino en la temporada 2018-2019, el intento obligado de Pacers de traspasar al jugador y el menor valor en el mercado del mismo que perjudicó a Indiana.
Investigación independiente
Un bufete independiente de abogados investigó lo ocurrido y demostró las conexiones que habían existido entre el entorno del jugador y el general manager de Lakers, Rob Pelinka.
Nada contribuyó a favor de Lakers la presencia de Magic Johnson en el show televisivo "Jimmy Kimmel Live!" y sus comentarios en el mismo sobre George.
Ahora, Johnson asume su responsabilidad al ser el directivo de más alto rango en el escalafón de Lakers y pide a la franquicia que descuente el dinero de la multa, esos 500.000 dólares, de su salario.
"No quiero que los Lakers paguen esa multa", ha dicho Magic, en unas declaraciones que publica Los Angeles Times.