Las Finales han arrancado a todo trapo desde el punto de vista mediático. Los 2 primeros partidos entre Warriors y Cavaliers han registrado los mejores índices de audiencia televisiva desde las Finales en las que Michael Jordan ganó su último anillo con los Bulls.
Ya ha llovido. Aquello ocurrió en 1998. Es decir, las Finales de este año están siendo las más vistas del siglo XXI.
Los 2 juegos disputados han alcanzado una audiencia media de 19,6 millones de espectadores frente a los 18,6 millones que obtuvieron los 2 primeros encuentros entre Warriors y Cavs el pasado año.
El segundo, jugado el domingo, se situó en 20,1 millones de telespectadores, un 13% más que el segundo partido de las Finales de 2016.
Las críticas por las menor competitividad de la liga derivadas de las 3 finales consecutivas protagonizadas por Golden State y Cleveland quedan eclipsadas cuando nos situamos en el terreno mediático llegadas las Finales. Porque una gran duelo sostenido en el tiempo, una rivalidad legendaria, siempre da audiencia.