Toronto Raptors ha recuperado el factor cancha en su eliminatoria con Milwaukee Bucks. Lo ha hecho en un partido ultradefensivo, con poca vistosidad para el espectador medio, que ha terminado con victoria canadiense por 76-87.
El triunfo coloca la serie 2-2 tras un partido que ha servido para que DeMar DeRozan se desquitara de su lamentable actuación en el encuentro anterior.
Bucks 76 Raptors 87 (2-2)
Toronto ha salvado una posición muy delicada. Lo ha hecho a base de baloncesto físico y, sobre todo, gracias a su gran estrella, DeMar DeRozan.
El escolta venía de protagonizar un partido horrible, un juego en el que no fue capaz de anotar ni una sola canasta en juego. Pues bien, su reacción resultó más que notable al acabar el cuarto partido de la serie con 33 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 robos. Su anotación cobra aún más mérito en un encuentro con tan pocos puntos.
Kyle Lowry secundó a DeRozan con 18 tantos -14 tras el descanso-. Además, Toronto tuvo a otros 3 jugadores en 10 o más tantos. Uno de ellos fue Serge Ibaka, autor de 10 puntos, 8 rebotes y 3 tapones, aunque no tuvo su día en el tiro. Otro fue Jonas Valanciunas, a pesar de no ser titular.
La primera mitad acabó 41-41 tras empatar ambos equipos en los dos cuartos. Pero la tumba local llegó cuando en la reanudación los Bucks se quedaron en 35 puntos.
Al final, derrota anotando el 37% de sus tiros de campo, ofreciendo un 5 de 21 desde el triple y perdiendo 20 balones. Tony Snell fue el máximo anotador local con 19 puntos, 15 desde el triple, y Giannis Antetokounmpo hizo 14 puntos y 9 rebotes, pero con 6 de 19 en el tiro y 7 pérdidas de balón.
Además, doble-doble con escasa anotación de Khris Middleton, mal partido del novato Malcolm Brogdon y buena aportación de Greg Monroe con 14 tantos y 9 rebotes en 24 minutos.