Tras dos derrotas ajustadas en Washington, los Hawks salieron anoche dispuestos a dejar claro que siguen en juego, y lo hicieron. Victoria clara sobre los Wizards, partiendo de un gran arranque, y recados envenenados entre los jugadores de ambos equipos al final del partido. La cosa está que arde.
Hawks 116 Wizards 98 (1-2)
El partido de anoche careció de la emoción de los disputados en la capital federal. Los Hawks saltaron a la pista del Philips Arena con mucha más intención que el rival. El primer cuarto acabó con un definitorio 38-20, 18 puntos de diferencia, llegaron a ser 25 antes de acabar el cuarto, que se mantendrían al final del partido sin que los Wizards llegaran a acercarse a distancias peligrosas para los locales.
Eso sí, lo que no hubo de emoción en el marcador lo hubo de intensidad y pique en algunos emparejamientos. Markieff Morris no dudó en llamar a Paul Millsap “llorón” al final del partido y achacar a su quejumbroso comportamiento las faltas señaladas a su favor. Millsap, en un duelo convertido ya en personal, le respondió diciéndole que se fuera “con su derrota al hotel”.
Más allá de las palabras en caliente, lo cierto es que mientras Morris anotó 9 puntos, Millsap fue el máximo anotador local con 29 tantos, bien secundado por Dennis Schroder, quien hizo 27. El primero capturó además 14 rebotes y el segundo repartió 9 asistencias. Destacable labor también en los Hawks de un certero Taurean Prince que sumó 16 puntos.
En los Wizards, bien John Wall, -29 puntos, 21 en la primera mitad-, pero lo que acertó el base (10 de 12 en el tiro) lo erró Bradley Beal, que hizo un 6 de 20, y el resto del quinteto titular (8 de 25), frustrando cualquier intento de remontada. Los de la capital federal solo acertaron en 7 de sus 29 intentos desde el triple. El 4º partido se jugará el lunes, de nuevo en Atlanta.