Victoria sorprendente de Brooklyn Nets por las circunstancias de la misma. El peor equipo de la NBA (19-59 ahora) derrotó a domicilio a los Sixers, plagados de bajas, por 118-141. Lo hizo empatando la mejor marca anotadora de la historia de la franquicia en una primera parte con 81 puntos.
La primera mitad finalizó 53-81. Con los visitantes anotando el 70% de sus tiros de campo y 12 de sus 17 triples, con el equipo asistiendo 23 de las 28 canasta que encestó. Brook Lopez, Sean Kilpatrick y Rondae Hollis-Jefferson lideraron la revolución en un partido que se jugó al estilo de un All-Star.
Brooklyn alcanzó los 100 puntos faltando más de 4 minutos para que finalizara el tercer cuarto y acabó el encuentro con ventaja de 23 tras no hacer más sangre al rival.
Hasta 8 jugadores visitantes anotaron dobles dígitos sin que ningún miembro de la plantilla superara los 25 minutos de juego. Todo muy repartido dada la escasa emoción. Brook Lopez y Jeremy Lin lideraron con 16.
Los Sixers, un coladero en defensa. En ataque, fueron 7 los jugadores locales con 10 o más puntos. Los mejores fueron Timothe Luwawu (19 puntos) y Shawn Long (18 en 17 minutos). El recuperado Tiago Splitter logró 6 puntos en 8 minutos de juego.