Desolación. No hay otra palabra para definir el estado de ánimo en el vestuario de los Cavaliers tras perder en casa ante Miami Heat (98-106), y no por la derrota, precisamente. La devastación era producto de la grave lesión sufrida por Andrew Bogut en su debut con el equipo.
Se jugaba el inicio del segundo cuarto cuando la pierna izquierda de Bogut chocó con la pierna izquierda de Okaro White y el resultado de la colisión fue demoledor para el pívot australiano, que se fracturó la tibia.
Bogut solo había jugado 58 segundos con su nuevo equipo sin poder anotar nada positivo en su casillero estadístico tras cometer 2 faltas. Su debut resultó algo más que fallido. porque fue una auténtica pesadilla.
Roto en el suelo
La gravedad de la lesión se reveló de inmediato. El jugador no podía apoyar el pie en el suelo porque su pierna izquierda estaba quebrada y tuvo que abandonar la pista apoyándose en sus compañeros Tristan Thompson y James Jones. Dolorosa y triste imagen.
"Escuché la fractura, escuché el crujido... Es muy desmoralizador, un momento duro. Todos estábamos emocionados con su llegada", decía un LeBron James desolado.
Bogut fue trasladado al Cleveland Clinic para someterse a exámenes médicos, pero la gravedad de la lesión es incontestable. Otro momento cruel para un jugador de enorme calidad cuya carrera ha estado trufada de graves lesiones que han limitado su juego.