Jason Kidd tiene motivos para estar preocupado, ya que las lesiones están poniendo en serio peligro el carácter competitivo de un equipo que lucha por meterse en playoffs. La gravísima lesión de Jabari Parker fue un duro golpe y ahora se ha lesionado su sustituto, Michael Beasley.
Mala suerte para el que fuera número 2 del draft, ya que la lesión de Parker había dado la titularidad a un Beasley que estaba aportando una gran labor ofensiva. De hecho, cuando se lesionó anoche llevaba anotados 11 puntos en 9 minutos de acción.
Estaba brillando Beasley en el Cavaliers-Bucks cuando corrió en defensa para tapar una penetración de LeBron James en el primer cuarto. Entonces, la pierna se le dobló dolorosamente y la rodilla izquierda padeció un tremendo latigazo que llevó al jugador a quedarse tumbado bajo la canasta lleno de dolor.
No pudo abandonar la pista por sí mismo. Sus compañeros Greg Monroe y Thon Maker tuvieron que ayudarle en su camino hacia el túnel de vestuarios. Y luego abandonó el pabellón apoyado en dos muletas.
No se sabe el estado físico real de Beasley, pero no pinta muy bien. Por ahora, su equipo le sitúa con un esguince de rodilla a la espera del examen médico al que se someterá hoy. En Milwaukee cruzan los dedos.