La NBA ya tiene a un equipo matemáticamente clasificado para los playoffs. Se trata, como era de esperar, de los Golden State Warriors, líderes de la competición con un récord de 49-9 y que, con su victoria de anoche sobre los Nets, se convirtieron en inalcanzables para los equipos de su conferencia situados más allá del 8º puesto.
Con 24 partidos por jugar, los Warriors tienen asegurada su presencia en la fase final y, de hecho, siguen destacados en la primera posición de la liga. En el Oeste, mantienen una ventaja de 4,5 victorias sobre los Spurs, y la diferencia es aún mayor respecto a los Cavs, líderes en el Este.
Desde la temporada 1985-86, en que lo consiguieron los Celtics, nadie había logrado asegurar su presencia en la fase final en una fecha tan temprana como el 25 de febrero. Además, los Warriors logran clasificarse por 5º año consecutivo, la 2ª mejor racha de la franquicia por detrás de sus 6 presencias seguidas entre 1946 y 1952.
Partido de trámite
El partido de anoche fue un trámite ante los Nets, el peor equipo de la liga con un registro inverso al de los Warriors, es decir, solo 9 victorias por 49 derrotas. Los de la bahía de San Francisco, pese a no jugar su mejor baloncesto, dominaron en todo momento el encuentro hasta llegar a un cómodo final (112-95).
Stephen Curry y Klay Thompson, 27 y 24 puntos, llevaron el peso ofensivo en ausencia de Kevin Durant, obligado a descansar por culpa de una contusión en la mano izquierda. Ningún otro jugador alcanzó los dobles dígitos anotadores.
En los Nets, Rondae Hollis-Jefferson fue el máximo anotador con 16 puntos a los que añadió 10 rebotes. Mal partido de Brook Lopez, que se quedó en 9 puntos, y otra noche en blanco para Luis Scola. Los de Brooklyn suman ya 16 derrotas consecutivas y siguen con una solitaria victoria en lo que llevamos de 2017.