Aniquilación total en el Día de Martin Luther King. Los Warriors fueron una auténtica apisonadora que, como Atila, no dejó nada vivo a su paso. Tremenda la primera parte de los de Steve Kerr con 78 puntos anotados y victoria final por 35 de diferencia (126-91). No hubo color.
Sin piedad desde el primer cuarto, 12 minutos iniciales que acabaron con un parcial de 37-22. Luego vino el inicio del segundo acto y más de lo mismo. Draymond Green, que acabó con un triple-doble, dejó K.O. en el suelo a LeBron James tras un brutal encontronazo producto de una falta flagrante del jugador de Warriors, en la grada se vivía un ambiente deci-'bélico' de playoff, LeBron intentó por momentos contener el vendaval en solitario sin conseguirlo y Golden State bordó el baloncesto hasta sepultar al rival.
En ese segundo cuarto el público siguió encendido. Stephen Curry le robó un balón a James para la asistencia con triple de Klay Thompson, éste puso un tapón acto seguido para el mate de Kevin Durant al contraataque... el juego local era una fiesta cuya traca final fue el triple de Curry sobre la bocina de la primera parte para dejar el resultado en un desbordante 78-49.
Los números al descanso no engañaban. ¡¡¡Warriors había anotado el 61,5% en juego lanzando 53 tiros, llevaba 10 de 20 desde el triple, sumaba tantas asistencias, 26, como rebotes, 26, solo había perdido 4 balones y había puesto 8 tapones!!! Intensidad máxima. ¡¡¡Cavaliers solo sumaba 4 asistencias, había perdido 8 balones, tenía un 34,9% en el tiro de campo y una serie de 4 de 16 desde el triple!!! Un abismo entre unos y otros.
Para entonces, Kevin Durant sumaba 19 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones (luego se limitaría a meter 2 puntos más) y Stephen Curry estaba en 14 tantos, 10 asistencias y 3 robos (luego cometería bastantes errores en el tiro cuando ya todo estaba decidido). Defensa notable de los locales, agresividad máxima en los dos lados de la cancha, sobresaliente actuación de los suplentes con Andre Iguodala y Shaun Livingston al frente...
Todo ello contrastaba con el desastre de Cleveland. Quien mejor lo encarnó durante toda la noche fue Kevin Love, que acabó el partido con 3 puntos y 3 rebotes en 16 minutos tras solo meter una canasta en juego. Su espalda fue un lastre y le impidió jugar la segunda parte.
Sobró el resto del partido
La segunda parte sobró. Cleveland aún tuvo un atisbo de orgullo en la recta final del tercer cuarto, cuando con un parcial de 13-1 recortó de 36 a 24 puntos la desventaja para irse del cuarto con un 95-71, pero ese maquillaje de resultado no tuvo continuidad en el cuarto final.
Empezó ese cuarto final con parcial de 16-6 para Warriors y vuelta a lo mismo. ¡Los Cavs coqueteando con los 40 puntos de desventaja! El horror.
Al final, triunfo incontestable por 126-91 con triple-doble de Green en una actuación tremenda (11 puntos, 13 rebotes, 11 asistencias y 5 tapones) en la que demostró que se puede ser crucial lanzando solo 6 veces a canasta.
Además, 26 puntos de Klay Thompson yendo a más, 21 de Durant y 20 con 11 asistencias y 4 robos de Curry. Eso sí, Durant y Curry metieron sus puntos en el momento de la verdad, para romper el partido. Además, muy bien jugadores como Iguodala, Livingston o Zaza Pachulia.
En Cleveland, 20 puntos de LeBron y 17 de Kyrie Irving, pero con series de 6 de 18 y 6 de 19 en el tiro de campo.
Warriors llega al ecuador de la temporada regular con una marca de 35-6 y Cavaliers está ahora con un 29-11. Y andan con sensaciones muy distintas.