Volvió a suceder. Los Warriors dominaron el partido en Ohio, pero acabaron perdiendo en el último suspiro a manos de un gran Kyrie Irving. El base de Cleveland Cavaliers resultó decisivo en la recta final y anotó la canasta ganadora a 3,4 segundos de la conclusión en el gran partido de la NBA en el Día de Navidad.
Golden State ganaba 80-94 a algo más de 9 minutos del final y había dominado con más cortas o más amplias ventajas durante todo el partido, pero no pudo conservar su dominio ante el empuje final de Irving, que firmó algunas canastas de nivel en los últimos 3 minutos, le dio una fantástica asistencia a LeBron James para que se colgara del aro y anotó la canasta triunfal.
Irving ya había anotado una canastón para poner el 107-108. Acto seguido, los Warriors agotaron la posesión sin tirar. Y después Irving se encargó de decidir con una canasta estratosférica ante la defensa excelente de Klay Thompson. Con 109-108, Kevin Durant tuvo la última jugada del partido, pero se desequilibró y no pudo ni siquiera lanzar a canasta.
LeBron y Durant, espectaculares
Más allá de Irving (25 puntos, 10 asistencias, 6 rebotes y 7 robos de balón), el partido fue del local LeBron James (31 puntos y 13 rebotes) y del visitante Kevin Durant (36 puntos y 15 rebotes). Ambos estuvieron inmensos. Además, 20 puntos de Kevin Love -el trío estelar local sumó 76- y 24 de Klay Thompson con 5 triples.
En Warriors, Draymond Green empezó el partido cometiendo 2 faltas en 3 minutos y lo acabó con 16 puntos y Stephen Curry sumó 15 en una actuación gris.
Ahora, Cleveland presenta una marca de 23-6 y Golden State de 27-5.