Tim Duncan es un tipo poco dado a los actos multitudinarios a pesar de haber jugado años y años en pabellones repletos y es una persona a la que nunca le ha gustado ser el centro de atención, aunque lo haya sido día tras día por su brillantez en las pistas.
Por eso, está claro que no ha debido de ser nada fácil para Timmy enfrentarse a un homenaje del calibre del vivido hoy en San Antonio. Porque su retirada de camiseta no ha sido una retirada al uso, sino más bien un impresionante homenaje a lo más grande que le ha pasado a la ciudad en su historia, deportivamente hablando.
En el descanso del Spurs-Pelicans, un pintor de enorme talento hizo un cuadro de Tim Duncan (además pintado boca abajo) en unos minutos, un trabajo que está en las antípodas de lo que ha sido la carrera del jugador de las Islas Vírgenes, porque la carrera de TD parecía no tener fin, se antojaba incombustible. Lo tuvo, fin, y ahora ya ha cobrado carta de naturaleza, ese fin, con la retirada de la camiseta con el número 21, la 8ª que retira la franquicia.
Sentados en la pista
La ceremonia empezó con Tim Duncan y su familia sentándose en sillas en el centro de la pista y con personalidades de la franquicia siguiendo ese mismo paso al lado del jugador, personalidades entre las que se encontraban Gregg Popovich, los jugadores en activo Tony Parker y Manu Ginóbili y los ya retirados Bruce Bowen y David Robinson.
El cuarteto Popovich-Duncan-Ginóbili-Parker ya es parte activa de la mejor historia de la NBA porque construyó una de las eras exitosas más largas vivida jamás por una franquicia.
El primero en hablar fue Tony Parker, que demostró sus dotes para el entretenimiento: divirtió y emocionó a partes iguales. Puso el listón muy alto. Tras él, entre otros, tomaron la palabra Manu Ginóbili y Gregg Popovich -cálido el técnico-. Hubo vídeo de homenaje y cuando Duncan tomó el micrófono en sus manos la emoción ya estaba a flor de piel.
Momento especialmente personal cuando se dirigió a su entrenador: "Gracias al Entrenador Pop por ser más que un entrenador, por ser como un padre para mí, gracias", dijo emocionado. Intenso el rostro en esos momentos de Popovich.
Luego, se desveló la camiseta, ya colgada en lo más alto del pabellón. Todo ello en un AT&T Center teñido de blanco y preñado de devoción por su jugador.
Una carrera impresionante
Tim Duncan jugó 19 años en los Spurs, desde 1997 a 2016, y ganó 5 anillos de campeón de la NBA. Fue 2 veces MVP de la liga y en 3 ocasiones MVP de las Finales.
Su porcentaje de victorias es alucinante: ¡Un 71,6% en esas casi 2 décadas! Jugó 1.392 partidos de fase regular y ganó 1.001. Se trata del 7º jugador que más partidos ha disputado en la historia y el 3º que atesora más victorias.
Es Duncan el 14º anotador de la historia (26.496 puntos), el 6º reboteador (15.091), el 5º taponador (3.020) y el 10º en minutos jugados (47.368). Pero más allá de los números, Duncan es un jugador que cambió la vida de una franquicia para convertirla en histórica y que cuando llegó a la NBA se erigió en precursor del jugador total del siglo XXI. Su legado es inabarcable.