Luke Walton saboreó las mieles del triunfo ante su exequipo. O lo que es lo mismo... ¡los Lakers ganaron a los Warriors! Pero no de cualquier manera. Dominando de principio a fin. Arrasando en el marcador. Mostrando una superioridad manifiesta, incontestable, imprevisible.
Victoria por 20 puntos: 117-97. Con un Julius Randle demoledor que acabó con 20 puntos y 14 rebotes. Louis Williams volvió a aportar mucho desde la segunda unidad. Hizo otros 20 puntos. Y D'Angelo Russell acabó con 17.
Hasta 6 jugadores locales en 10 o más puntos. Con notables contribuciones de Larry Nance Jr. y el novato Brandon Ingram. El español José Manuel Calderón no jugó.
Los Lakers ya ganaban 24-15 al final del primer cuarto. Y porque Andre Iguodala anotó un triple sobre la bocina. Ya en el segundo cuarto llegaron a aventajar a Golden State por 19 puntos (46-27). Y llegado el tercero superaron la veintena de puntos de ventaja. Alcanzaron el período final con un 93-82 a favor. Y consiguieron aguantar.
Derrota sin paliativos
Los Warriors, un desastre. Al descanso (65-49) ya se había evidenciado el poder de los suplentes locales. Llevaban 32 puntos. Y la noche aciaga de los visitantes desde el triple. Stephen Curry estaba en 0 de 6, Klay Thompson también en 0 de 6 y Warriors en 2 de 17.
Al final, derrota sin paliativos. La segunda de la temporada. Y la segunda por paliza. Kevin Durant fue el mejor visitante con 27 puntos. Mientras, Curry rozaba el triple-doble. Pero acababa con un increíble 0 de 10 desde el triple, rompiendo así una racha de 157 partidos seguidos anotando al menos uno. Curry y Klay Thompson sumaron 2 de 20 desde el triple y 9 de 37 en el tiro de campo. Poco más que decir.