Derrick Rose jugó anoche su primer partido NBA con un equipo ajeno a Chicago Bulls. No le fue mal en lo individual, pero sí en lo colectivo. Fue simplemente un partido de preparación en el que a Knicks se le vio ciertamente enfangado. Derrota ante Houston por un contundente 130-103.
Rose fue titular. Disputó 25 minutos. Y se le vio fluido en ataque: 16 puntos y 5 asistencias. Eso sí, defendió, como todos sus compañeros, a un nivel paupérrimo. Además, con él al frente el equipo encajó un notable varapalo en el marcador.
Con 28 años, el que fuera MVP en 2011 y 3 veces All-Star hasta 2012 inicia una nueva etapa lejos de Chicago. Atrás quedan 8 años de vida y deporte en los que estuvo en lo más alto y en lo más bajo. Ahora, habrá que ver qué puede aportar Rose a unos Knicks que necesitan dar un salto de calidad ya.