El primer partido de las Finales, 104-89 para Warriors, resultó insólito por muchas razones. Basta con echar un vistazo a las estadísticas del partido para comprobar lo atípico del mismo. Por eso, resulta complejo para los Cavs leer la situación.
El plan de Tyronn Lue para limitar la anotación de Stephen Curry y Klay Thompson resultó un éxito arrollador (sumaron entre ambos 20 puntos tras lanzar 27 veces), pero lejos de ayudar al éxito global, lo obstaculizó.
A cambio, los secundarios de Warriors anduvieron libres para demostrar que también andan sobrados de calidad. Entre Shaun Livingston, Draymond Green (éste es algo más que un secundario, tiene otro estatus), Andre Iguodala y Leandro Barbosa, a pesar de solo jugar 11 minutos, masacraron a Cleveland.
Por otra parte, Cleveland debe pensar cómo hacer fluido su ataque. Lo estaba siendo hasta que llegó a las Finales. Pero su triple no fue el mismo (33% frente al 43% que llevaba en playoffs). Esto es preocupante porque el equipo es reincidente en este aspecto cuando juega ante Golden State. Pero es que, además, no hubo circulación fluida de balón.
Se comprobó que Cavs no puede jugar al ritmo de Warriors cuando los californianos optan por equipos bajos. Cleveland jugó minutos buenos cuando remontó el marcador y estuvo en el partido mientras dominó claramente el rebote. Pero no tuvo constancia ni consistencia. Tampoco agarre al partido. En lo mental, también perdió.
Involucrar a más jugadores
En realidad, jugó un equipo contra 4 jugadores (el big thee de Cavs más Tristan Thompson). Kyrie Irving, LeBron James y Kevin Love sumaron 66 puntos y el equipo perdió por 15. LeBron tiene que echarse aún más el equipo a las espaldas (y eso que fue el mejor de su escuadra). Y debe apurar el juego al poste, aunque Warriors anda sobrados de defensores cerca del aro con jugadores como Draymond Green, Andre Iguodala o Andrew Bogut.
Por otra parte, Kyrie Irving tiene que atinar más en el tiro y compartir más la bola. Fue el máximo anotador de Cleveland, pero solo dio 4 asistencias y sumó un 7 de 22 en el tiro. Y, lo más importante, tienen que involucrarse más jugadores en el juego. Especialmente, J.R. Smith, Iman Shumpert y Channing Frye, si le deja su entrenador, porque solo jugó 7 minutos. Frye había sido imprescindible desde su llegada en la buena marcha del equipo.
La comparación entre las segundas unidades resultó espectacular: 45 puntos de Warriors y 10 de Cavaliers. La gran clave de la noche.
Pero más allá de todo, ¿qué techo tienen estos Warriors?, ¿qué pasará cuando Curry o Thompson emitan una de sus rachas imparables de anotación? Si algo demostró Golden State el jueves es que puede sobrevivir a una noche opaca de sus dos estrellas y que el equipo defiende como el que más. Por eso gana 1-o.