Las Finales de la NBA llegan al cuarto partido, el ecuador si se agotara el máximo de 7 encuentros, pero este cuarto juego es, en realidad, la frontera de la serie. Porque un 2-2 mantendría vivas las Finales y un 3-1 para Warriors las dejaría prácticamente definidas.
Los aficionados esperan vivir por fin un partido emocionante. Hasta la fecha no los ha habido. Warriors ganó los dos primeros por 104-89 y 110-77. Y Cavaliers se hizo con el tercero por 120-90. Es decir, diferencias de 15, 33 y 30 puntos. No corren buenos tiempos para los finales apasionantes.
Se llega al cuarto duelo con algunos misterios por resolver. ¿Jugará el conmocionado Kevin Love? De volver al juego, ¿será titular Love? ¿Despertará el talento ofensivo de Stephen Curry y Klay Thompson? ¿Seguirá Kyrie Irving apoyando con solvencia a LeBron James o se esfumará como en el segundo partido? ¿Será J.R. Smith el del tercer partido o el de los dos primeros?...
De todas esas preguntas, la que está provocando ahora mismo más ríos de tinta es la segunda. Sin Love, Cleveland jugó a otro nivel, si bien es verdad que jugaba en casa, con el apoyo de su afición, y con Warriors ganando 2-0, lo que siempre rebaja algo la intensidad en el juego. Richard Jefferson como falso 4 se adapta más a la velocidad de juego de Golden State, aunque no tiene el talento de Love, claro está.
Otro gran foco está en el dúo Curry-Thompson. Ninguno de ellos ha llegado a meter 20 puntos en ninguno de los 3 partidos. El primero promedia 16 puntos y el segundo 12. Pero nadie duda de que explotarán en algún momento. Cleveland debe estar preparado para ello.
LeBron e Irving
Lo que es indiscutible es el gran rendimiento de LeBron James en el momento de la verdad. Promedia en los 3 juegos 24,6 puntos, 10,3 rebotes, 8 asistencias y 2,3 robos. Su único lunar: ha perdido 16 balones en 3 partidos.
Irving le acompaña bien con medias de 22 puntos, 4,3 asistencias y 2,3 robos. Y J.R. Smith resucitó en el tercer envite, pero es imprevisible.
En Warriors, como casi siempre, Draymond Green y Andre Iguodala serán el termostato del equipo. Pero todos esperan a Curry y Thompson. En algún momento llegará su hora.