El ala-pívot de Atlanta Hawks Mike Scott se enfrenta a una muy seria acusación por dos delitos de posesión de droga que, en el peor de los casos, podrían llegar a acarrearle una pena de 25 años de prisión, aunque no es de esperar que el jugador de los Hawks reciba tan dura sentencia. De hecho, sería toda una sorpresa que llegara a ingresar en prisión.
Scott fue detenido el pasado mes de julio junto a su hermano, Antonn Scott, en el condado de Banks, una zona rural al noreste de Atlanta, cuando ambos se dirigían hacia Virginia por la Interestatal 85 en un Chevrolet Tahoe conducido por el hermano del jugador.
La policía les dio inicialmente el alto por no respetar la distancia de seguridad, pero los hermanos Scott, que circulaban a alta velocidad, tardaron más de 3 kilómetros en parar.
Una vez lo hicieron, el jugador de Hawks reconoció la presencia de drogas en el vehículo, de las que asumió la propiedad, excusando a su hermano menor de cualquier relación con las sustancias que la policía halló al registrar el coche.
Una pena máxima de 25 años de cárcel
Ahora, casi 1 año después, la fiscalía del condado de Banks ha decidido acusar formalmente al jugador de los Hawks ante un tribunal por la posesión de 35,2 gramos de marihuana y 10,9 de una variedad de MDMA conocida como Molly, según informa el diario Atlanta Journal-Constitution.
La posesión de marihuana, al superar la onza de peso, está penada en Georgia con hasta 10 años de prisión, mientras que la de MDMA puede acarrear hasta 15 años de cárcel.
Sin embargo, pese a la dureza de las penas previstas, dada la falta de antecedentes de Scott y su total colaboración con la policía, es de esperar que el jugador de los Hawks ni siquiera ingrese en prisión. Lo habitual en estos casos es que termine siendo condenado a un periodo más o menos largo de libertad condicional bajo estrictas medidas de supervisión.
Scott, que en su cuarta temporada en la NBA, todas con los Hawks, ha promediado 6,2 puntos y 2,7 rebotes en 15 minutos de juego, será también sancionado con toda seguridad por la liga una vez que reciba sentencia o antes, si es que el jugador llega a un acuerdo con la fiscalía para evitar el juicio.